El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 26 de octubre de 2023

Le Mans '66



Dirección: James Mangold.

Guión: Jez Butterworth, John-Henry Butterworth y Jason Keller. 

Música: Marco Beltrami y Buck Sanders.

Fotografía: Phedon Papamichael.

Reparto: Matt Damon, Christian Bale, Jon Bernthal, Caitriona Balfe, Tracy Letts, Josh Lucas, Noah Jupe, Remo Girone, Ray McKinnon, J.J. Feild, Jack McMullen. 

A principio de los años sesenta, Henry Ford II (Tracy Letts) está furioso al ver como caen las ventas de sus coches. Para darle un nuevo giro a la empresa, decide participar en las 24 horas de Le Mans con la idea de ganar la carrera.

Le Mans '66 (2019) narra el camino hacia el histórico triunfo de Ford en la carrera de Le Mans del 66, logrando destronar a los todopoderosos Ferrari. Como estamos ante un hecho histórico, no hay lugar para pensar que trata de una historia "made in Hollywood", pero incluso así, está claro que el sistema no puede evitar caer en alteraciones un tanto simplistas en busca de cargar la parte dramática de la historia. Es algo tal vez necesario, pero no el caer en la torpeza de presentar a algunos personajes como auténticos idiotas perversos y maleducados, como sucede con Enzo Ferrari (Remo Girone), el vicepresidente de Ford, Leo Beebe (Josh Lucas), o el mismo Henry Ford II. 

En cambio, en lo que no se equivoca James Mangold es en el ritmo que consigue darle a un relato bastante largo que, en sus manos, discurre con una fluidez admirable. El mérito sin duda reside en haber sabido compaginar a la perfección los momentos de carreras, inevitables y que nunca se hacen demasiado largos, de manera que los vivimos con intensidad pero sin llegar al punto de saturación, y las partes en las que el discurso se centra más en los personajes. Es cierto que Ken Miles (Christian Bale) y Carroll Shelby (Matt Damon), los dos amigos que contribuyeron decisivamente al éxito de Ford en Le Mans, no me parecieron estar del todo bien desarrollados, predominando sobre todo los rasgos en bruto, pero al final sus personalidades acaban tomando el timón de la historia y con el talento de los dos actores liman un poco la tosquedad de sus personalidades.

Pero si hay un personaje que me gustó especialmente es el de Mollie (Caitriona Balfe), la mujer de Ken. Frente a los personajes masculinos, un tanto estereotipados, Mollie adquiere una personalidad única que la convierte en el personaje más especial y entrañable de la película, con su paciencia, su encanto, su sentido del humor y su amor incondicional hacia Ken. También el hijo de ambos, Peter (Noah Jupe), juega un papel fundamental en la historia, ayudando a establecer el lado más humano de Ken y facilitando ciertas explicaciones que ayudarán a vivir con más emoción la carrera de Le Mans.

Si nos centramos en los aspectos meramente técnicos, la película es una maravilla en cuanto a ambientación y fotografía. No es que sean los elementos más importantes, pero denotan un esmero en cuanto a la puesta en escena realmente importante.

Con todo lo señalado, ¿me parece Le Mans '66 una gran película? Pues no. Creo que es sobre todo un film resultón. Está bien hecho, su ritmo es perfecto, sabe alternar momentos íntimos con la emoción de las carreras, pero en su conjunto es una película vulgar, tanto por los personajes como por los conflictos planteados. No hay nada realmente original, emotivo o que parezca sincero. Es un producto que huele a facturación mecánica, un engranaje que marcha de maravilla pero al que le falta inspiración, alma y genio.

Es verdad que destaca en medio de la producción actual en muchos aspectos, pero no deja de ser un producto de consumo fácil que busca sobre todo la taquilla. Eso sí, a los amantes del mundo del motor seguro que los entretiene sin dificultad.

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