Dirección: James Mangold.
Guión: Jez Butterworth, John-Henry Butterworth y Jason Keller.
Música: Marco Beltrami y Buck Sanders.
Fotografía: Phedon Papamichael.
Reparto: Matt Damon, Christian Bale, Jon Bernthal, Caitriona Balfe, Tracy Letts, Josh Lucas, Noah Jupe, Remo Girone, Ray McKinnon, J.J. Feild, Jack McMullen.
A principio de los años sesenta, Henry Ford II (Tracy Letts) está furioso al ver como caen las ventas de sus coches. Para darle un nuevo giro a la empresa, decide participar en las 24 horas de Le Mans con la idea de ganar la carrera.
Le Mans '66 (2019) narra el camino hacia el histórico triunfo de Ford en la carrera de Le Mans del 66, logrando destronar a los todopoderosos Ferrari. Como estamos ante un hecho histórico, no hay lugar para pensar que trata de una historia "made in Hollywood", pero incluso así, está claro que el sistema no puede evitar caer en alteraciones un tanto simplistas en busca de cargar la parte dramática de la historia. Es algo tal vez necesario, pero no el caer en la torpeza de presentar a algunos personajes como auténticos idiotas perversos y maleducados, como sucede con Enzo Ferrari (Remo Girone), el vicepresidente de Ford, Leo Beebe (Josh Lucas), o el mismo Henry Ford II.
En cambio, en lo que no se equivoca James Mangold es en el ritmo que consigue darle a un relato bastante largo que, en sus manos, discurre con una fluidez admirable. El mérito sin duda reside en haber sabido compaginar a la perfección los momentos de carreras, inevitables y que nunca se hacen demasiado largos, de manera que los vivimos con intensidad pero sin llegar al punto de saturación, y las partes en las que el discurso se centra más en los personajes. Es cierto que Ken Miles (Christian Bale) y Carroll Shelby (Matt Damon), los dos amigos que contribuyeron decisivamente al éxito de Ford en Le Mans, no me parecieron estar del todo bien desarrollados, predominando sobre todo los rasgos en bruto, pero al final sus personalidades acaban tomando el timón de la historia y con el talento de los dos actores liman un poco la tosquedad de sus personalidades.
Pero si hay un personaje que me gustó especialmente es el de Mollie (Caitriona Balfe), la mujer de Ken. Frente a los personajes masculinos, un tanto estereotipados, Mollie adquiere una personalidad única que la convierte en el personaje más especial y entrañable de la película, con su paciencia, su encanto, su sentido del humor y su amor incondicional hacia Ken. También el hijo de ambos, Peter (Noah Jupe), juega un papel fundamental en la historia, ayudando a establecer el lado más humano de Ken y facilitando ciertas explicaciones que ayudarán a vivir con más emoción la carrera de Le Mans.
Si nos centramos en los aspectos meramente técnicos, la película es una maravilla en cuanto a ambientación y fotografía. No es que sean los elementos más importantes, pero denotan un esmero en cuanto a la puesta en escena realmente importante.
Con todo lo señalado, ¿me parece Le Mans '66 una gran película? Pues no. Creo que es sobre todo un film resultón. Está bien hecho, su ritmo es perfecto, sabe alternar momentos íntimos con la emoción de las carreras, pero en su conjunto es una película vulgar, tanto por los personajes como por los conflictos planteados. No hay nada realmente original, emotivo o que parezca sincero. Es un producto que huele a facturación mecánica, un engranaje que marcha de maravilla pero al que le falta inspiración, alma y genio.
Es verdad que destaca en medio de la producción actual en muchos aspectos, pero no deja de ser un producto de consumo fácil que busca sobre todo la taquilla. Eso sí, a los amantes del mundo del motor seguro que los entretiene sin dificultad.
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