Dirección: Robert Zemeckis.
Guión: Diane Thomas.
Música: Alan Silvestri.
Fotografía: Dean Cundey.
Reparto: Michael Douglas, Kathleen Turner, Danny DeVito, Zack Norman, Alfonso Arau, Manuel Ojeda, Holland Taylor, Mary Ellen Trainor, Eve Smith.
Joan Wilder (Kathleen Turner), una escritora de novelas románticas, recibe una carta de su cuñado muerto con un misterioso mapa que deberá llevar hasta Colombia y entregarlo a los secuestradores de su hermana Elaine (Mary Ellen Trainor).
En la década de los ochenta del siglo XX, al rebufo del éxito de En busca del arca perdida (Steven Spielberg, 1981), el género de aventuras tuvo un renacimiento y Tras el corazón verde (1984) se inscribe en esta corriente que mezclaba aventuras con comedia para deleite del público más receptivo.
La película tiene un argumento bastante endeble que gira en torno a un mapa de un tesoro que persiguen diversos personajes. En realidad, tampoco es que el argumento de mucho de sí y parece solamente un pretexto para dar pie a múltiples persecuciones a que se verán sometidos la inocente Joan y su aventurero guía, Jack Colton, al que da vida Michael Douglas, productor de la cinta concebida para afianzar su carrera cinematográfica. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, Jack Colton es un personaje que no acaba de funcionar del todo bien, en parte por lo estereotipado del personaje, su falta de profundidad y también porque Michael Douglas no tiene el encanto suficiente para convertirlo en una referencia del género.
Más meritorio es el trabajo de Danny DeVito, que supo explotar muy bien su aspecto físico y su innegable gracia para este tipo de papeles. En cambio Manuel Ojeda, que interpretaba al malvado militar Zolo, que también perseguía el mapa del tesoro, parece ridículo intentando aparentar ser un tipo realmente duro. Y es que quitando a Michael Douglas, Danny DeVito y la encantadora Kathleen Turner, el reparto no es el punto fuerte de la cinta.
Pero tampoco el guión, como decíamos antes, que es tan básico que no se puede tomar en serio ni queriendo. Robert Zemeckis intenta al menos darle cierto ritmo a la historia y es verdad que las persecuciones están bien escenificadas y al menos en ese aspecto la película resulta entretenida, además de lograr una muy aceptable ambientación que nos hace sentir la humedad y los peligros de la selva colombiana con bastante eficacia.
Sin embargo, el conjunto no da par muchas alegrías, al menos viendo la película en la actualidad, porque en su época funcionó bastante bien, dando pie a una secuela, La joya del Nilo (Lewis Teague, 1985), donde repiten Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny DeVito, que con estas dos cintas verían asentarse su futuro en Hollywood.
No hay comentarios:
Publicar un comentario