El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 17 de octubre de 2023

Phenomenon



Dirección: Jon Turteltaub. 

Guión: Gerald Di Pego.

Música: Thomas Newman.

Fotografía: Phedon Papamichael Jr.

Reparto: John Travolta, Kyra Sedgwick, Forest Whitaker, Robert Duvall, Jeffrey DeMunn, Bruce A. Young, Richard Kiley, David Gallagher, Ashley Buccille.

El día de su cumpleaños, George Malley (John Travolta) ve unas luces extrañas en el cielo y cae al suelo como si algo lo hubiera golpeado. A partir de ese instante, empieza a desarrollar una inteligencia extraordinaria. 

Phenomenon (1996) propone diversas lecturas sobre la condición humana, la sociedad y el amor. El problema que le encuentro es que con todas sus buenas intenciones al final no logra profundizar demasiado en ninguno de los caminos y se queda más en un cuento lacrimógeno.

La idea inicial es la transformación de un hombre corriente, no muy listo pero sí una buena persona, a raíz de unas luces que observa de noche en el cielo. Tras ese episodio, en el que llega a ser golpeado perdiendo la conciencia brevemente, George va adquiriendo una inteligencia superior que le permite aprender un idioma en veinte minutos, leer cuatro libros al día y memorizar cualquier dato sin esfuerzo. Sin embargo, lo que podría parecer un regalo fabuloso poco a poco se va convirtiendo en una pesada carga que convierte a George en una especie de fenómeno para sus vecinos, que se van alejando de él por miedo y desconfianza, y una posible amenaza para las autoridades debido a su inteligencia superior.

Pero George solo desea ayudar a la gente compartiendo sus conocimientos y, sobre todo, poder conseguir que Lace (Kyra Sedgwick), la mujer de la que se ha enamorado, le de una oportunidad.

Al final, el guión desvela que George tiene un tumor cerebral que es el causante de que haya desarrollado esa inteligencia excepcional. No se aclara si las luces que dice haber visto fueron reales o fruto de su imaginación, con lo que cada espectador puede interpretar la historia según sus preferencias. En todo caso, yo me decanto sencillamente por el tumor, que le da un enfoque mucho más real a la historia, dejando de lado posibles referencias a seres de otras galaxias.

Los problemas que sufre George a causa de su "don" sirven para plantear interesantes cuestiones, como la soledad que se cierne sobre las personas diferentes al resto, sea por su raza, condición sexual o enfermedades, como es este caso, y cómo una comunidad puede terminar apartando, por miedo o ignorancia, a uno de los suyos por ser diferente.

Así, George siente la discriminación y el recelo de sus vecinos y sufre al no poder ser comprendido y aceptado, salvo por unos pocos buenos amigos que nunca lo dejan de lado.

Sin embargo, el carácter más bien blando del relato, que no termina de afrontar los temas insinuados con cierto rigor, quedándose más en lo anecdótico, penaliza el contenido de la historia. Solamente la parte romántica está convenientemente tratada, destacando la naturalidad y la sensibilidad con la que el guión afronta la relación entre Lace y George y cómo los miedos de ella van cediendo al comprobar la bondad y la pureza de sentimientos de George. Lástima que solamente en las secuencias en que se afronta este tema Jon Turteltaub sea capaz de conmovernos sinceramente.

En todo caso, he de reconocer que Phenomenon es un film que se disfruta de principio a fin merced a que resulta siempre ameno, nunca se encalla en una historia y avanza con buen pulso. Es cierto que al final algunas escenas pueden parecer algo cargadas emotivamente, con cierto abuso de la música para enfatizar el momento narrado, pero son detalles que se perdonan fácilmente. 

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