Dirección: Andrew Sipes.
Guión: Charlie Fletcher (Novela: Paula Gosling).
Música: Mark Mancina.
Fotografía: Richard Bowen.
Reparto: William Baldwin, Cindy Crawford, Steven Berkoff, Christopher McDonald, Salma Hayek, Miguel Sandoval, Johann Carlo, Jenette Goldstein, Olek Krupa, John Bedford Lloyd, Don Yesso.
Kate McQuean (Cindy Crawford) es una abogada de Miami que tramita el divorcio de la esposa de un mafioso local (Miguel Sandoval). Lo que no puede imaginar es que con ello pondrá su vida en grave peligro.
Cindy Crawford fue una de las modelos más aclamadas en los años 80 y 90 del siglo XX. Junto con otras modelos, elevó ese status al de estrellas mundiales, revolucionando el mundo de la moda como nunca antes se había visto. Caza legal (1995) sin duda jugaba con el tirón y popularidad de la modelo como su principal baza de cara a la taquilla. Y hay que reconocer que a día de hoy, la presencia de Cindy Crawford sigue siendo lo único que justifica ver esta cinta.
Pero hemos de reconocer que Cindy no es actriz y su debut en la pantalla lo deja en evidencia. Sin embargo, su trabajo no estaba enfocado a que ganara premios de interpretación, sino sencillamente a permitirle mostrar sus encantos, que eran muchos, y ser un reclamo para la taquilla.
En cuanto a la intriga, la verdad es que el planteamiento tiene un punto de interés y emoción, al ver cómo una mujer inocente es asediada por una banda de ex agentes de la KGB. Siempre que entra en juego un inocente que es puesto en peligro por circunstancias que el mismo desconoce, la intriga está asegurada y enseguida se consigue que el espectador empatice con él.
Sin embargo, el problema de Caza legal es que es una película que destila mala calidad por todos lados. Da la impresión de que no se trabajó la producción con esmero, dejando sin pulir casi todos sus apartados.
Por ejemplo, la intriga es demasiado elemental, cayendo en tópicos constantemente y sin lograr demasiada profundización, ni en los malos ni en la relación entre Kate y Max (William Baldwin), el policía que intenta protegerla. Los primeros son meros estereotipos llevados al límite y la pareja protagonista se mueve también en un terreno muy predecible pero sin alma. Su evidente romance tiene lugar porque es necesario que así sea, pero no resulta demasiado creíble ni tiene más recorrido que el de un cliché necesario.
Los actores secundarios no son demasiado buenos, como tampoco William Baldwin, y si a todo ello le añadimos unos diálogos sin calidad, el resultado es una película bastante pobre en general.
Solamente algunas escenas de acción parecen estar concebidas con algo más de ambición, logrando elevar el nivel y añadir algunos momentos espectaculares, pero es muy poco para consolidar una historia que transcurre sin verdadera emoción.
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