El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 7 de febrero de 2024

Caza legal



Dirección: Andrew Sipes.

Guión: Charlie Fletcher (Novela: Paula Gosling).

Música: Mark Mancina.

Fotografía: Richard Bowen.

Reparto: William Baldwin, Cindy Crawford, Steven Berkoff, Christopher McDonald, Salma Hayek, Miguel Sandoval, Johann Carlo, Jenette Goldstein, Olek Krupa, John Bedford Lloyd, Don Yesso.

Kate McQuean (Cindy Crawford) es una abogada de Miami que tramita el divorcio de la esposa de un mafioso local (Miguel Sandoval). Lo que no puede imaginar es que con ello pondrá su vida en grave peligro. 

Cindy Crawford fue una de las modelos más aclamadas en los años 80 y 90 del siglo XX. Junto con otras modelos, elevó ese status al de estrellas mundiales, revolucionando el mundo de la moda como nunca antes se había visto. Caza legal (1995) sin duda jugaba con el tirón y popularidad de la modelo como su principal baza de cara a la taquilla. Y hay que reconocer que a día de hoy, la presencia de Cindy Crawford sigue siendo lo único que justifica ver esta cinta.

Pero hemos de reconocer que Cindy no es actriz y su debut en la pantalla lo deja en evidencia. Sin embargo, su trabajo no estaba enfocado a que ganara premios de interpretación, sino sencillamente a permitirle mostrar sus encantos, que eran muchos, y ser un reclamo para la taquilla.

En cuanto a la intriga, la verdad es que el planteamiento tiene un punto de interés y emoción, al ver cómo una mujer inocente es asediada por una banda de ex agentes de la KGB. Siempre que entra en juego un inocente que es puesto en peligro por circunstancias que el mismo desconoce, la intriga está asegurada y enseguida se consigue que el espectador empatice con él.

Sin embargo, el problema de Caza legal es que es una película que destila mala calidad por todos lados. Da la impresión de que no se trabajó la producción con esmero, dejando sin pulir casi todos sus apartados. 

Por ejemplo, la intriga es demasiado elemental, cayendo en tópicos constantemente y sin lograr demasiada profundización, ni en los malos ni en la relación entre Kate y Max (William Baldwin), el policía que intenta protegerla. Los primeros son meros estereotipos llevados al límite y la pareja protagonista se mueve también en un terreno muy predecible pero sin alma. Su evidente romance tiene lugar porque es necesario que así sea, pero no resulta demasiado creíble ni tiene más recorrido que el de un cliché necesario.

Los actores secundarios no son demasiado buenos, como tampoco William Baldwin, y si a todo ello le añadimos unos diálogos sin calidad, el resultado es una película bastante pobre en general. 

Solamente algunas escenas de acción parecen estar concebidas con algo más de ambición, logrando elevar el nivel y añadir algunos momentos espectaculares, pero es muy poco para consolidar una historia que transcurre sin verdadera emoción.

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