Dirección: Nick Murphy.
Guión: Bill Gallagher.
Música: Daniel Pemberton.
Fotografía: George Richmond.
Reparto: Paul Bettany, Stephen Graham, Mark Strong, Brian Cox, Naomi Battrick, Ben Crompton, Natasha Little, Zoë Tapper.
Una niña aparece brutalmente asesinada y las sospechas pronto recaen en Jason Buleigh (Ben Crompton), un tipo extraño con antecedentes penales por exhibicionismo.
El secreto de la isla (2012) es un largometraje que tiene su origen en Conviction, una serie de la BBC de 2004 escrita por el guionista de esta, Bill Gallagher.
El comienzo de la historia parece que nos va a conducir por el típico film policial centrado en la búsqueda del asesino, pero muy pronto el guión nos muestra su juego, que no es otro que construir un drama en torno a la culpa y los remordimientos, aderezado con un transfondo familiar complejo.
El protagonista es Joe Fairburn (Paul Bettany), un policía duro que no tiene inconveniente en utilizar métodos expeditivos para resolver los casos. Joe está marcado por la figura de su padre, Lanny (Brian Cox), policía retirado con alzhéimer y que se había caracterizado por un carácter fuerte que imponía miedo y respeto a partes iguales.
Joe también ha heredado esa violencia que estalla cuando intenta arrancarle una confesión por la fuerza a Jason Buleigh, llegando a matarlo de un fuerte golpe. Su consuelo es que después de todo Jason era un asesino y ha pagado por su atroz crimen. Con ello intenta consolarse y también convencer a su hermano Chrissie (Stephen Graham), también policía pero mucho más blando que Joe, bajo el que ha vivido cobijado y protegido.
El problema vendrá cuando se encuentre al verdadero asesino de la niña, con lo que ambos hermanos empezarán a sufrir, cada uno a su manera, los remordimientos por su crimen injustificado y equivocado. Chrissie, por lealtad hacia su hermano, intentará aguantar todo lo que pueda, mientras que Joe empieza a beber en exceso mientras el fantasma de Jason lo atormentará sin tregua.
Sinceramente, me parece que las intenciones de El secreto de la isla son magníficas, buscando ofrecernos una visión bastante cruda de los remordimientos y hasta dónde pueden llevarnos. Al mismo tiempo, con la figura del padre enfermo, el guión también se adentra en la ineludible influencia de los genes y la educación en la personalidad y el carácter de los hijos.
El problema es que Nick Murphy acaba dando más peso a la puesta en escena, con un ritmo lento y la preferencia de insinuar las cosas en lugar de profundizar en ellas. Lo que consigue es un film muy personal pero que no llega al fondo de los temas abordados. Incluso cae en una repetición de situaciones que se prolonga demasiado, cayendo en momentos en que se instala cierto aburrimiento al no avanzar la historia como debiera.
El resultado es un film con muchas posibilidades pero al que el director no logra sacar todo lo que lleva dentro. Hay que reconocer la originalidad del planteamiento y que la historia ofrece interesantes elementos de reflexión, pero sin llegar a plasmarlos con la eficacia deseable.
Lo mejor, sin duda, el reparto, con un gran trabajo de Paul Bettany, el veterano Brian Cox y el siempre sólido Mark Strong.
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