El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 3 de febrero de 2024

Firewall



Dirección: Richard Loncraine.

Guión: Joe Forte.

Música: Alexandre Desplat.

Fotografía: Marco Pontecorvo.

Reparto: Harrison Ford, Paul Bettany, Virginia Madsen, Mary Lynn Rajskub, Robert Patrick, Carly Schroeder, Jimmy Bennett, Robert Forster, Alan Arkin, Vincent Gale, Kett Turton. 

Jack Stanfield (Harrison Ford) es el responsable de seguridad informática de un banco, por lo que una banda de atracadores decide servirse de sus conocimientos para robar su banco, amenazando con matar a su familia si no colabora.

Firewall (2006) es un film un tanto fallido. Ya el planteamiento resulta muy poco original, con el protagonista obligado a colaborar con los atracadores so pena de que maten a su familia. Partiendo de la base de que sabemos de antemano que la historia tendrá un final feliz (su familia saldrá indemne), la clave para que la película funcione reside en cómo el guión plantea el robo, lo ejecuta y pule los detalles para que, olvidándonos del desenlace cantado, la historia mantenga nuestro interés hasta el final.

Y es precisamente por el guión por donde la película hace aguas. Es todo demasiado elemental, sin que se cuiden los elementos secundarios. El guión va directo al grano de un modo casi mecánico. Los malvados son de libro: cara de pocos amigos, sangre fría, ausencia de escrúpulos (salvo uno de ellos)... pero con la familia de Jack no se pasan ni un poquito. Incluso el jefe de la banda (Paul Bettany) mata a uno de los suyos, como para que nos aseguremos que son unos despiadados. Pero la cosa no funciona demasiado bien porque conocemos de antemano el desenlace, así que esos amagos se quedan en algo sin fuerza, un recurso automático que no puede impresionar más que a los que nunca han visto una historia parecida.

Es cierto que Paul Bettany encarna con convicción al cabecilla de los atracadores, con una presencia intimidadora, pero falta darle más entidad al personaje, que no deja de parecer un mero bosquejo, un personaje tipo al que no se han molestado en perfilar con cierto esmero.

Tampoco el robo en sí parece muy convincente. Se recurre a la típica jerga tecnológica, pero en realidad resulta todo un tanto increíble y más aún cuando Jack es capaz de desvalijar a los propios atracadores, amenazarlos y conseguir que sean ellos, que aún tienen en su poder a la familia de Jack, los que acepten sus condiciones. Si el robo ya resultaba un tanto peregrino, este giro final es directamente absurdo.

En Firewall resulta todo tan ilógico, el argumento es tan básico, que cuesta meterse en la historia, sufrir por el destino de los protagonistas o disfrutar de la intriga planteada. No se puede construir un relato tan elemental, donde la mayoría de personajes secundarios parecen estar ahí de adorno y la trama tampoco ayuda a crear un mínimo de tensión. 

Simplemente fiarlo todo a la presencia de Harrison Ford, Paul Bettany y algún secundario interesante, como Alan Arkin (con un papel meramente residual), me parece inútil sin una historia con cierta entidad detrás.

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