El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 11 de febrero de 2024

Más allá



Dirección: Josef Rusnak.

Guión: Greg Gieras.

Música: Mario Grigorov.

Fotografía: Eric Maddison.

Reparto: Jon Voight, Teri Polo, Ben Crowley, Dermot Mulroney, Julian Morris, Chloe Lesslie, Skyler Shaye, Brett Baker.

El detective Jon Koski (Jon Voight), especializado en casos con menores, está a punto de jubilarse cuando desaparece Amy (Chloe Lesslie), una niña de siete años que es la sobrina de su jefe, Jack Musker (Dermot Mulroney). 

Más allá (2012) puede ser un buen ejemplo de film desaprovechado por una serie de errores en cadena que, de haberse evitado, habrían logrado al menos algo más de emoción.

La historia, para empezar, recurre al tópico del policía a punto de jubilarse al que persiguen los recuerdos de un caso en que no pudo salvar a la víctima, lo que no deja de atormentarlo. Pero ese detalle al final termina siendo irrelevante, porque los problemas de la cinta son mucho más graves.

Más allá intenta jugar con la baza del misterio sobre la desaparición de Amy, de manera que no va directa al tema del secuestro, que al final es lo que ha sucedido, sino que juega al despiste, lo que no está mal en principio, insinuando que puede haber algo sobrenatural en la desaparición de la niña. La idea es crear tensión, incertidumbre, mantenernos atentos al desarrollo. Y la cosa funciona. Es algo elemental: el misterio nos atrapa; queremos saber, descubrir la verdad. Y con eso juega el guión.

Se añade además la figura de un presentador de televisión, Farley Connors (Julian Morris), con poderes extrasensoriales, que intenta ayudar a encontrar a la niña.

Hasta aquí el planteamiento, que en teoría puede dar cierto juego. El problema es que el guión no sabe desarrollarlo convenientemente, de manera que gran parte de la película gira sobre lo mismo, llegando a cansar un poco por falta de novedades. Básicamente, estamos ante un guión que esbozó la trama, pero se quedó ahí, sin saber dar vida a los personajes, que carecen de profundidad. La cinta gira sobre sí misma sin avanzar porque no tiene calado, todo son ideas muy poco novedosas a las que no se he le ha dado un desarrollo conveniente. De ahí que parezca que lo único que vemos son momentos de relleno para alargar la cinta lo suficiente hasta llegar al desenlace. Desenlace con truco, con la típica sorpresa que, en realidad, al final me parece que es lo único del guión que tiene cierta lógica después de todo.

Sin embargo, el mayor defecto está en el director Josef Rusnak, incapaz de darle dinamismo a un tema en principio emocionante y que arruina las posibilidades de la cinta con escenas absurdas, diálogos sin sentido y la sensación constante de que no sabe manejar lo que tiene en las manos. Es un quiero y no puedo que termina por arruinar todo el misterio, pues llega un momento en que es casi imposible seguir el desarrollo tomándolo en serio, pues cada escena es más absurda que la anterior. Es verdad que el guión no le ayuda mucho, pero su torpeza en la puesta en escena es escandalosa. Algunas escenas resultan confusas sin motivo alguno, hay personajes que pululan por el film sin que aporten nada y los momentos clave pasan sin pena ni gloria.

Así pues, Más allá solamente puede salvarse un poco por la intriga, que al menos en el comienzo nos mantiene interesados en la historia. Pero por el resto, una decepción.

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