Dirección: Rémi Bezançon.
Guión: Vanessa Portal y Rémi Bezançon (Novela: David Foenkinos).
Música: Laurent Perez del Mar.
Fotografía: Antoine Monod.
Reparto: Fabrice Luchini, Camille Cottin, Alice Isaaz, Bastien Bouillon, Josiane Stoleru, Astrid Whettnall, Marie-Christine Orry, Vincent Winterhalter, Florence Muller, Annie Mercier, Marc Fraize, Hanna Schygulla.
Una joven editora (Alice Isaaz) encuentra una gran novela en una curiosa biblioteca que solo contiene libros rechazados por las editoriales. Cuando la publica, se convierte en todo un éxito.
La biblioteca de los libros rechazados (2019) es un film modesto, pero para nada aburrido. Nos demuestra que juntando los elementos apropiados se pueden conseguir buenos resultados.
La historia se centra en un libro que narra una apasionante historia de amor escrito por un desconocido, el dueño de una pizzería ya muerto al que su mujer nunca vio leer un libro y mucho menos escribirlo. Sin embargo, ahí está su obra, publicada y convertida en un éxito de crítica y público. Esta rareza hace que un famoso crítico literario, Jean-Michel Rouche (Fabrice Luchini), empiece a desconfiar de la autoría de la novela, lo que termina costándole el puesto de trabajo en televisión y su matrimonio. Sin nada entre las manos, Rouche decide investigar sobre el libro, convencido de que descubrirá a su verdadero creador.
Un argumento sin duda novedoso, original, una misterio sin crimen que crea el suficiente punto de partida intrigante como para que nos sintamos atrapados y acompañemos a Jean-Michel en su peculiar investigación, sin reservas, convencidos, como él, que en todo ese asunto hay gato encerrado.
La manera de contar la historia es en tono de comedia, lo que no le sienta nada mal, si bien se pierde intensidad en la parte de la intriga, aunque dada la escasa trascendencia de la investigación y el resultado final parece que es una elección acertada, pues añade un punto de frescura al relato que, aún así, nunca pierde ese puntito de interés que esconde el misterio sobre autor del libro.
En todo caso, el film transcurre de manera fluida, es ligero y resulta agradable seguir al protagonista en sus pesquisas y en su flirteo con la hija del pizzero, Joséphine (Camille Cottin), un romance muy discreto, desapasionado, pero que va calando con naturalidad y cierto encanto, el de la discreta atracción mutua, como corresponde a un hombre ya maduro y una mujer separada. Creo que una pasión desbordada habría sido menos convincente y algo disonante con el tono de la película.
Sin pretender ser un film moralista, La biblioteca de los libros rechazados toca de pasada algunos temas interesantes, como la pérdida de la propia identidad y las ilusiones de juventud, como le reprocha su esposa (Florence Muller) a Jean-Michel en el momento de separarse de él, o cómo la ambición profesional de la editora crea una mentira de la que no podrá salir y que termina por dinamitar su relación sentimental.
La biblioteca de los libros rechazados ha sido una agradable sorpresa, en parte por su originalidad, por salirse de los caminos más transitados en un cine actual marcadamente comercial y por poner en evidencia que con buen gusto e imaginación aún es posible hacer del cine un vehículo para compartir sencillas historias.
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