El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 17 de enero de 2023

Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion



Dirección: Rian Johnson.

Guión: Rian Johnson.

Música: Nathan Johnson.

Fotografía: Steve Yedlin.

Reparto: Daniel Craig, Edward Norton, Janelle Monáe, Kathryn Hahn, Leslie Odom Jr., Jessica Henwick, Madelyn Cline, Noah Segan, Jackie Hoffman, Dallas Roberts, Kate Hudson, Dave Bautista, Hugh Grant.

El millonario Miles Bron (Edward Norton) invita a sus amigos a pasar un fin de semana en su isla griega, donde les propone un juego consistente en adivinar quién será su asesino. 

Continuación casi inevitable de Puñales por la espalda (Rian Johnson, 2019), dado su éxito, Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion (2022) mantiene el tono de la primera, aunque con ciertos detalles menos conseguidos.

Para los amantes de las intrigas, aclarar que esta entrega responde al concepto de la predecesora de proponer una intriga del estilo de las novelas de Agatha Christie que logra mantenernos expectantes en todo momento sobre la resolución del misterio propuesto. Y si en Puñales por la espalda la resolución era inteligente y sorprendente, aquí tampoco nos defrauda; el argumento es rebuscado, es cierto, pero no nos sentimos engañados, sino sorprendidos por algo que, una vez aclarado, tiene sentido y ha sido expuesto de manera más que convincente.

Pero también es verdad que la relación entre los personajes principales, sus vínculos con Miles, resultan algo menos convincentes y todo el tinglado resulta un poco aparatoso, con ciertos detalles algo confusos y la explicación mediante un largo flashback por parte de Benoit Blanc (Daniel Craig) empasta un poco el hilo narrativo, aunque resulte imprescindible para poner las piezas en orden.

Sin embargo, he de reconocer que el relato termina siendo un poco denso de más y demasiado largo. No digo que el film me haya cansado, pues la puesta en escena tiene gancho y el ritmo es fluido, además de que el misterio nos mantiene alerta en todo momento, pero creo que haber limitado un poco el enredo y acortado la duración hubieran beneficiado al conjunto, aligerándolo.

También es verdad que el tono ligero de comedia no tiene la chispa necesaria y solamente en pequeños momentos los diálogos resultan brillantes y divertidos, pero la mayor parte del tiempo transcurren en un nivel más normalito.

En el reparto destacaría a Daniel Craig, que es el alma de la película, si bien me encantó Edward Norton, un gran actor en cualquier papel. Ambos son los rostros más visibles, si bien el resto de protagonistas no desentonan en absoluto.

Si limitamos las expectativas de la película a las de un sencillo entretenimiento, en un gran envoltorio, podemos afirmar que estamos ante una propuesta bastante entretenida y elegantemente vestida. No ofrece nada excepcional, pero cumple con su cometido de distraer con una fórmula que suele funcionar bastante bien, especialmente cuando el guión no hace trampas y está elaborado con inteligencia. 

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