Dirección: Rian Johnson.
Guión: Rian Johnson.
Música: Nathan Johnson.
Fotografía: Steve Yedlin.
Reparto: Daniel Craig, Edward Norton, Janelle Monáe, Kathryn Hahn, Leslie Odom Jr., Jessica Henwick, Madelyn Cline, Noah Segan, Jackie Hoffman, Dallas Roberts, Kate Hudson, Dave Bautista, Hugh Grant.
El millonario Miles Bron (Edward Norton) invita a sus amigos a pasar un fin de semana en su isla griega, donde les propone un juego consistente en adivinar quién será su asesino.
Continuación casi inevitable de Puñales por la espalda (Rian Johnson, 2019), dado su éxito, Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion (2022) mantiene el tono de la primera, aunque con ciertos detalles menos conseguidos.
Para los amantes de las intrigas, aclarar que esta entrega responde al concepto de la predecesora de proponer una intriga del estilo de las novelas de Agatha Christie que logra mantenernos expectantes en todo momento sobre la resolución del misterio propuesto. Y si en Puñales por la espalda la resolución era inteligente y sorprendente, aquí tampoco nos defrauda; el argumento es rebuscado, es cierto, pero no nos sentimos engañados, sino sorprendidos por algo que, una vez aclarado, tiene sentido y ha sido expuesto de manera más que convincente.
Pero también es verdad que la relación entre los personajes principales, sus vínculos con Miles, resultan algo menos convincentes y todo el tinglado resulta un poco aparatoso, con ciertos detalles algo confusos y la explicación mediante un largo flashback por parte de Benoit Blanc (Daniel Craig) empasta un poco el hilo narrativo, aunque resulte imprescindible para poner las piezas en orden.
Sin embargo, he de reconocer que el relato termina siendo un poco denso de más y demasiado largo. No digo que el film me haya cansado, pues la puesta en escena tiene gancho y el ritmo es fluido, además de que el misterio nos mantiene alerta en todo momento, pero creo que haber limitado un poco el enredo y acortado la duración hubieran beneficiado al conjunto, aligerándolo.
También es verdad que el tono ligero de comedia no tiene la chispa necesaria y solamente en pequeños momentos los diálogos resultan brillantes y divertidos, pero la mayor parte del tiempo transcurren en un nivel más normalito.
En el reparto destacaría a Daniel Craig, que es el alma de la película, si bien me encantó Edward Norton, un gran actor en cualquier papel. Ambos son los rostros más visibles, si bien el resto de protagonistas no desentonan en absoluto.
Si limitamos las expectativas de la película a las de un sencillo entretenimiento, en un gran envoltorio, podemos afirmar que estamos ante una propuesta bastante entretenida y elegantemente vestida. No ofrece nada excepcional, pero cumple con su cometido de distraer con una fórmula que suele funcionar bastante bien, especialmente cuando el guión no hace trampas y está elaborado con inteligencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario