El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 7 de noviembre de 2023

El rey escorpión



Dirección: Chuck Russell.

Guión: Stephen Sommers, William Osborne y David Hayter.

Música: John Debney y Elton Ahi.

Fotografía: John R. Leonetti.

Reparto: The Rock (Dwayne Johnson), Steven Brand, Kelly Hu, Michael Clarke Duncan, Bernard Hill, Grant Heslov, Peter Facinelli, Ralf Moeller, Roger Rees.

Hace 5000 años, el guerrero Memnon (Steven Brand) conquista pueblo tras pueblo apoyado por las predicciones de la hechicera Cassandra (Kelly Hu). Los pueblos que aún resisten al invasor envían al acadio Mathayus (Dwayne Johnson) con la misión de matarla.

Las críticas especializadas vapulearon a El rey escorpión (2002) y en principio yo debería estar de acuerdo, pues reúne toda la serie de tópicos habidos en el género de aventuras. Sin embargo, también he de confesar que pasé un rato muy entretenido pues, a pesar de los tópicos y algunas exageraciones evidentes, la cinta tiene tal ingenuidad, ritmo y gracia que acabas por entregarte a un pecado venial de lo más ameno.

El rey escorpión nace al amparo del éxito que habían tenido La momia (Stephen Sommers, 1999) y su secuela El regreso de la momia (Stephen Sommers, 2001), recogiendo el estilo de sus predecesoras. Entendemos entonces que se trata de un tipo de película enfocada al mero entretenimiento, sin reparar en nada para conseguirlo. Es un cine más bien orientado al público más joven, al igual que hace más de cincuenta años ese papel recaía en los westerns de poca calidad, de ahí la expresión "vaya vaquerada" que se decía entonces para expresar la poca credibilidad de esas propuestas. Expresión que le viene como anillo al dedo a El rey escorpión, que prima las escenas de acción imposibles, los personajes simples y una clara división entre los buenos y los malos, siendo estos últimos los depositarios de todos los vicios y maldades imaginables.

Es un tipo de cine que requiere, por parte del público adulto, una buena dosis de complicidad. Y la manera de conseguirla es con un producto que no esconda sus intenciones y que abrace sus defectos con honestidad. Y creo que esta película no disimula lo que quiere ser y además lo expresa con acierto, pues estamos ante una aventura sin aristas, directa, con un ritmo endiablado, un protagonista que encaja a la perfección en su papel y además cae simpático en cuanto aparece en pantalla, con un carisma especial. No digo que sea el mejor actor de películas de acción posible, pero sí que tiene cierto atractivo que hace que nos pongamos de su parte de inmediato.

Pero además, muchas veces las notas cómicas inherentes a este tipo de películas suelen resultar algo patéticas, pues no suelen salir de ciertos encasillamientos y resultan tan toscas como predecibles. No quiero decir que aquí no caigan en lo esperado, como con el personaje de Arpid (Gray Heslov), que responde al arquetipo del género; pero incluso cayendo en lo evidente se pueden distinguir diferentes calidades y en El rey escorpión los personajes secundarios que aportan frescura a la trama están bien definidos, sus réplicas son realmente buenas y nunca se abusa demasiado de ellos, con lo que terminan funcionado muy bien. 

También es cierto que el final abusa un poco de los excesos al intentar ofrecer el colofón más espectacular posible. En parte lo logra, pero cayendo en una exageración mayúscula. Sin embargo, volvemos a lo mismo: inmersos en este espectáculo infantil, podemos llegar a disfrutar incluso de esas escenas siempre que aceptemos su finalidad y que nunca pretenden ser más de lo que son.

En resumen, una película muy válida como simple pasatiempo, con los mensajes positivos habituales, el reconfortante triunfo de los buenos y la pareja protagonista uniendo sus destinos en un amor inmaculado. Como digo: un film enfocado a un público muy concreto y con un planteamiento de lo más sencillo.

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