El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 12 de noviembre de 2023

Momentum



Dirección: Stephen Campanelli.

Guión: Adam Marcus y Debra Sullivan.

Música: Laurent Eyquem.

Fotografía: Glen MacPherson.

Reparto: Olga Kurylenko, James Purefoy, Morgan Freeman, Hlomla Dandala, Lee-Anne Summers, Brendan Murray, Karl Thaning, Greg Kriek, Shelly Nicole, Richard Lothian.

Alexis (Olga Kurylenko) ejecuta el que será su último trabajo. Pero nada más huir con el botín, un misterioso asesino (James Purefoy) empieza a dar caza a los participantes en el robo.

Momentum (2015) es la típica cinta de acción donde el argumento pasa a un segundo plano y lo importante son las escenas de lucha y el lucimiento de Olga Kurylenko, una mujer realmente atractiva que además encaja con cierta credibilidad en su personaje.

Sin embargo, en líneas generales Momentum es una película que no destaca especialmente en ninguno de sus apartados, quedando por debajo de lo que hubiera sido deseable.

Para empezar, la película supone el debut en la dirección de Stephen Campanelli, operador de cámara antes de esto, lo que se le nota a la hora de escenificar las escenas de lucha, con el recurso ya habitual de la cámara nerviosa y el montaje brioso. El problema es que no parece que el director domine del todo estos elementos y el resultado son escenas de acción algo confusas, donde no podemos disfrutar del todo con las acrobacias orquestadas.

A nivel argumental, tampoco la cinta presenta una historia compleja y profunda, sino que se limita a unas bases muy simples para dar pie al despliegue de efectos, tiroteos y peleas. Se echa de menos un guión algo más elaborado, pues tanta simplificación convierte el argumento en muy poca cosa, de manera que la cinta termina por girar en torno a las escenas de combate sin mucho más que las arrope.

En todo caso, hay que agradecer que al menos a la hora de dibujar al malo de turno el guión sí que ha sido certero, pues el señor Washington, perfectamente interpretado por James Purefoy, es de los malos que imponen con su presencia y su sangre fría, ayudando a que las escenas en que está presente cobren intensidad y consigan crear una tensión evidente.

Pero salvando ese detalle, el resto no resulta demasiado estimulante e incluso quienes esperasen disfrutar con la presencia de Morgan Freeman en el reparto se llevarán una pequeña decepción por su escasa participación. Su elección parece más un reclamo para la taquilla que otra cosa.

Es verdad que en general las películas de acción se mueven en terrenos bastante definidos, pero siempre se puede hacer un buen trabajo aún partiendo de bases muy conocidas. El problema de Momentum es que muestra un nivel muy pobre en casi todos los apartados, con lo que es difícil valorarla positivamente. Simplemente puedes pasar un rato entretenido si no le buscas las costuras al guión y te dejas llevar, pero no esperen nada de cierto nivel.

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