Dirección: Ron Howard.
Guión: David Koepp (Novela: Dan Brown).
Música: Hans Zimmer.
Fotografía: Salvatore Totino.
Reparto: Tom Hanks, Felicity Jones, Irrfan Khan, Omar Sy, Ben Foster, Sidse Babett Knudsen, Ana Ularu, Ida Darvish, Paul Ritter.
El profesor Robert Langdon (Tom Hanks) despierta en un hospital de Florencia con una herida en la cabeza que le ha provocado amnesia. Cuando vuelven a intentar matarlo, la doctora Sienna Brooks (Felicity Jones) le ayudará a ponerse a salvo.
Tercera película de Ron Howard adaptando una obra de Dan Brown, tras El código Da Vinci (2006) y Ángeles y demonios (2009). En la línea esperada, de nuevo nos metemos de lleno en una intriga con raíces en la Edad Media, Dante y toda clase de signos y pistas que Langdon ha de descifrar para salvar a la humanidad de una catástrofe.
El mayor problema que le encuentro a esta cinta, que se puede extender a las dos precedentes, es lo aparentemente complejas que son las pistas diseñadas y la facilidad con que el profesor Langdon las desvela, casi sin esfuerzo. Me hubiera gustado algo más de dificultad a la hora de solucionar los acertijos, pues al final pierden credibilidad.
Aunque si hablamos de credibilidad, hay que confesar que todo el argumento es demasiado fantástico como para tomarlo demasiado en serio. Aunque aquí la realidad ha venido a ayudar a la ficción y lo que parecía un disparate en 2016, año de la realización de Inferno, el Covid ha venido a reforzar ese argumento, de manera que aún considerando algo rocambolesca la intriga no deja de tener su base científica.
A nivel meramente de entretenimiento, Inferno resulta un vehículo bastante logrado siempre que no rasquemos la superficie, pues hay bastantes detalles que chirrían y mucho. Pero si nos dejamos llevar por la fantasía del cine, hay que reconocer que la historia contiene muchos elementos de tensión, peligro e intriga y Ron Howard, aún con una dirección rutinaria, sabe darle el ritmo suficiente como para que nos pasemos un buen rato sufriendo al lado de Langdon y Sienna, interpretada por la hermosa Felicity Jones, cuya presencia resulta más atractiva que sobresaliente. Pero es que tampoco Tom Hanks destaca de un modo especial, tal vez ambos actores contagiados de la rutina en que parece haber caído el director.
Sin ser un film especialmente brillante, Inferno tampoco me parece una propuesta desastrosa, como algunos críticos han querido retratar. Tiene emoción, está bien ambientada e incluso el giro final me parece en esta ocasión un detalle realmente bien llevado y que nos sacude en los asientos por lo inesperado. Es cine de puro entretenimiento, sin más, y a ese nivel cumple con honestidad.
De la trilogía del director, creo que esta es la mejor.
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