Dirección: Steven Soderbergh.
Guión: Rebecca Blunt.
Música: David Holmes.
Fotografía: Steven Soderbergh.
Reparto: Channing Tatum, Adam Driver, Daniel Craig, Farrah Mackenzie, Katherine Waterston, Riley Keough, Katie Holmes, Hilary Swank, Seth MacFarlane, Sebastian Stan, Jack Quaid, Brian Gleeson.
Sin empleo y sin dinero, Jimmy (Channing Tatum) planea un robo que cambie su suerte, desafiando una supuesta maldición que pesa sobre su familia.
Cada vez estoy más convencido de que una buena película no necesita de grandes medios ni alardes para llegar al espectador. Y La suerte de lo Logan (2017) es una prueba de ello.
La película se centra en el Sur profundo y rural de los Estados Unidos y una familia, los Logan, asediada por la mala suerte. Lo lógico sería que se resignaran y aceptaran su destino trágico, pero Jimmy no parece dispuesto a rendirse sin luchar y planea un robo no exento de dificultades pero que, de salir como él cree, resolvería gran parte de sus problemas económicos y demostraría a su hermano Clyde (Adam Driver) que en cuestiones de destino no hay nada escrito.
Steven Socerbergh nos presenta, por lo tanto, una película más sobre robos, pero con un enfoque diferente. Aquí no se trata de mostrarnos al detalle un plan ingenioso que nos sorprenda. De hecho, los pormenores del robo no se desvelan por completo y solo vamos conociendo pequeños detalles a medida que el director cree que es necesario. Porque el interés principal son los personajes y aquí está el punto fuerte y el acierto de la guionista Rebecca Blunt: hacer cercanos y hasta entrañables a los protagonistas. Influye mucho el tono ligero que impregna el desarrollo y que contribuye a mostrar un lado amable y divertido de cada uno de los ladrones. Pero lo importante es enfocar el relato en ese punto, de manera que el robo sigue siendo el eje de la historia, pero no lo más importante.
También es cierto que el director, tras un arranque muy bueno, no es capaz de mantener el nivel a lo largo de toda la cinta, que hacia la mitad pierde algo de ritmo y encalla por momentos. Aún así, Soderbergh consigue pequeños momentos muy bonitos, como cuando la hija de Jimmy, Sadie (Farrah Mackenzie), canta "Take Me Home, Country Roads" y consigue unos minutos realmente emotivos, o con el motín en la cárcel, muy divertido. Pero en general, tras la sorpresa de los primeros minutos, la película cae en un desarrollo más previsible.
Channing Tatum está totalmente convincente, al igual que Adam Driver, realmente genuino con su pesimismo a cuestas, pero es Daniel Craig es que brilla con luz propia. Este actor ha demostrado que puede con cualquier papel, sea dramático o cómico, y aquí tenemos un nuevo ejemplo.
No estamos, por lo tanto, ante una gran película, pero al menos resulta honesta, amable y se disfruta como un pasatiempo intrascendente pero enfocado con gusto e inteligencia.
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