Dirección: David Mamet.
Guión: David Mamet.
Música: Theodore Shapiro.
Fotografía: Robert Elswit.
Reparto: Gene Hackman, Danny DeVito, Delroy Lindo, Rebecca Pidgeon, Sam Rockwell, Ricki Jay.
Tras un robo en una joyería, Joe Moore (Gene Hackman) piensa retirarse de la profesión. Sin embargo, el socio capitalista de Joe, Mickey Bergman (Danny DeVito), lo obligará a hacer un último trabajo.
Pocas ideas originales nos ofrece David Mamet en El último golpe (2001), que abusa de giros y sorpresas sin mucha efectividad.
Para empezar, la idea de un ladrón obligado a realizar un último trabajo a la fuerza no es especialmente novedosa y ya que el argumento no nos ofrece nada más, pues hay que darle vueltas al robo para que el film no termine a la media hora. David Mamet podría haber dedicado parte del tiempo a desarrollar mejor a los personajes principales, sus relaciones, sus ambiciones; su pasado incluso habría servido de excusa para no centrarlo todo en el robo y además habría dado mucha más profundidad a la historia, con lo que comprenderíamos mejor a los protagonistas y estaríamos más implicados en sus aventuras y desventuras.
Pero David Mamet no va por ahí. Su único interés parece centrarse en jugar con los espectadores al gato y el ratón, llevando la trama en diversas direcciones que luego cambian de orientación y vuelta a empezar. Pero tampoco es que nos lleve a escenarios sorprendentes y a pesar de sus juegos para despistarnos es relativamente sencillo ir un paso por delante de sus engaños, de manera que no hay sorpresas, salvo tal vez la decisión final de la mujer de Joe, Fran (Rebecca Pidgeon), que aporta la única nota que uno no se esperaba en el desenlace, también tan inexplicable como caprichosa. Por lo demás, escasa originalidad.
Además, tal vez siendo consciente del poco juego que daba el robo, el director opta por un desarrollo a base de saltos bruscos en las escenas, lo que ayuda también al director en sus juegos de engaños pero básicamente sirven para que no analicemos demasiado la lógica de lo que está sucediendo pues, de hacerlo, entenderíamos la poca credibilidad de lo que estamos viendo: tanto el robo como las habilidades de los ladrones son del todo increíbles.
Afortunadamente, la presencia de Gene Hackman, Danny DeVito, con las mejores frases de la película que al amenos aportan una nota divertida, y Sam Rockwell palían un poco la torpeza del guión y la dirección tan errática de Mamet, que se deja llevar por una puesta en escena rutinaria y algo cutre incluso. Por cierto, DeVito es un buen actor y siempre se agradece su presencia en cualquier película, pero darle aquí el papel del mafioso me parece sencillamente un disparate, en ningún momento me lo creía como tipo despiadado y peligroso.
Decepcionante espectáculo concebido sin demasiado ingenio y que es verdad que te permite pasar un rato ameno, pero en conjunto todo el tinglado es tremendamente falso y pobre.
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