Dirección: Martin Campbell.
Guión: Neal Purvis, Robert Wade y Paul Haggis (Novela: Ian Fleming).
Música: David Arnold.
Fotografía: Phil Méheux.
Reparto: Daniel Craig, Eva Green, Mads Mikkelsen, Judi Dench, Giancarlo Giannini, Caterina Murino, Simon Abkarian, Jeffrey Wright, Isaach De Bankolé, Jesper Christensen, Ivana Miličević.
James Bond (Daniel Craig) acaba de convertirse en el agente 007 y en su primera misión intentará detener a Le Chiffre (Mads Mikkelsen), un banquero responsable de la financiación de importantes grupos terroristas por todo el mundo.
Casino Royale (2006) es la tercera adaptación de la primera novela de Ian Fleming donde aparecía James Bond, tras el Casino Royale de Steve Hoefer (1954) y el de John Huston de 1967, y supuso además el debut como agente 007, sustituyendo a Pierce Brosnan, de Daniel Craig, lo que supone un cambio importante en cuanto al personaje: menos glamour y encanto y más rudeza.
Ese cambio es visible también en el guión, que deja de lado muchas de las señas de identidad de la serie para darle un enfoque mucho más novedoso, serio y oscuro. Desaparecen los inventos que surtían habitualmente a James Bond de artefactos de lo más sofisticados que siempre le ayudaban en momentos críticos. Tampoco se explaya tanto el guión con los escarceos amorosos de 007, que se reducen considerablemente. Pero quizá la nota más diferenciadora es que se pierde el sentido del humor tan presente hasta ahora en las entregas de la serie. Incluso James Bond no recurre tanto a sus agudas réplicas llenas de dobles sentidos y en cambio se muestra mucho más vulnerable anímica y sentimentalmente. Está claro que los responsables de esta entrega, la número veintiuno, deseaban modernizar el concepto y salir de unos esquemas conocidos de memoria por los fans del agente británico.
Por ello, la trama es también diferente, aunque se respeta el esquema de un villano al que Bond ha de enfrentarse personalmente, pero con notables cambios en cuanto al desarrollo de los acontecimientos en relación a los esquemas más clásicos. Con ello, la historia es menos predecible, mucho más creíble y nos depara bastantes sorpresas. Desde este punto de vista, el guión resulta mucho más cautivador y sorprendente.
Además, contamos con la inestimable presencia del actor danés Mads Mikkelsen en la piel del villano, lo que le da a Le Chiffre un porte enigmático, duro y peligroso, algo indispensable si queremos que la intriga funcione.
Pero la pieza principal en los films de la serie es naturalmente el actor que encarna a James Bond. Si Sean Connery representó en los inicios de la saga el prototipo perfecto de 007, con esa mezcla inigualable de atractivo y fuerza, Daniel Craig no pudo debutar mejor en la serie, pues su aspecto y su agresividad natural encajan a la perfección con el giro más realista y menos divertido de la saga. Craig no solo se impone físicamente como un agente secreto soberbio, sino que sabe darle la fuerza necesaria a su trabajo para personificar de manera convincente la nueva versión de Bond.
Quizá el punto menos sólido de Casino Royale sea el director, Martin Campbell, que hace un trabajo correcto, sin grandes errores, pero sin llegar a demostrar un gran talento. Destaca en algunas escenas de acción, pero en otros momentos que requieren un enfoque más sutil no terminó de convencerme. Por cierto, Campbell ya había trabajado en la saga dirigiendo en 1995 Golden Eye.
Para los fieles seguidores de la serie, puede que este Casino Royal les decepcione en cuanto se aparta de las líneas más reconocibles de la saga. En cierto sentido, tendrían razón en quejarse, sobre todo por las posteriores entregas que ahondaron en el nuevo enfoque. James Bond pierde así su personalidad y uno se cuestiona si era necesario seguir con la serie si no se respetaba su esencia. Pero dejado este debate de lado, yo debo reconocer que Casino Royal me gustó bastante, con una trama muy bien pensada y una puesta en escena cuidada en todos los detalles. Tal vez le achacaría una duración algo excesiva, pero en general es un film de acción moderno y muy aprovechable.
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