El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 9 de diciembre de 2023

Toda la verdad



Dirección: Courtney Hunt.

Guión: Rafael Jackson.

Música: Evgueni y Sascha Galperine.

Fotografía: Jules O'Loughlin.

Reparto: Keanu Reeves, Renée Zellweger, Gugu Mbatha-Raw, Gabriel Basso, Jim Belushi, Jim Klock, Sean Bridgers. 

Richard Ramsay (Keanu Reeves) se enfrenta a un caso complicado: defender a Mike Lassiter (Gabriel Basso), un joven menor de edad, de asesinar a su padre cuando todo apunta a su culpabilidad y encima el acusado se niega a hablar con Richard.

Toda película de juicios tiene un atractivo innato y si además, como en el caso de Toda la verdad (2016), intuimos que algo se oculta bajo una exposición de los hechos aparentemente diáfana, la intriga está asegurada.

Y eso que el desarrollo de la historia transcurre casi todo el tiempo en la sala del juzgado, lo que podría dañar el dinamismo del desarrollo. Solamente el guión se permite pequeños incisos que van aclarando algunos hechos y que cumplen con eficacia su misión de "airear" la historia.

Ramsay lo tiene todo en su contra desde el principio: Mike confesó el crimen, sus huellas están en el arma homicida y además no parece dispuesto a ayudar a su abogado en nada. El punto de partida es, por lo tanto, perfecto para engancharnos al desarrollo, toda vez que sospechamos que el abogado al final logrará salvar a su defendido. Las dudas que se plantean entonces son dos: cómo lo conseguirá y qué sucedió realmente, quién mató a Boone Lassiter (Jim Belushi).

Hábilmente, el guión juega sus bazas sin resultar especialmente tramposo ni manipulador; sencillamente nos desvela lo que necesitamos para seguir enganchados a la trama intentando adivinar el misterio de quien es el asesino. Y todo parece señalar a Loretta (Renée Zellweger), la esposa maltratada.

El peligro en estos casos es que el desenlace resulte demasiado forzado o demasiado sorprendente. Pero aquí no es el caso. La solución se revela bastante lógica y se acepta el giro por la necesidad del guión de mantener la intriga hasta el momento justo, con lo que las piezas encajan al final con cierto sentido y no tenemos la impresión de haber sido manipulados con alevosía. Hay, es cierto, una pequeña incongruencia (el detalle del reloj de Richard), que además se podría haber evitado fácilmente, lo que la convierte en absurda, pero se puede tolerar sin muchos problemas.

Otro detalle que juega a favor de Toda la verdad es la presencia de Keanu Reeves, un actor que nunca me gustó especialmente pero que aquí encarna con elegancia y credibilidad al abogado protagonista.

Pero no todo son aciertos y quizá se eche de menos una construcción mejor trabajada del guión y una puesta en escena más acertada, porque al final la película se desarrolla sin mucha fuerza y notamos que la historia ofrecía muchas más posibilidades de las que realmente Courtney Hunt es capaz de explotar. Su trabajo es sencillo, demasiado tal vez, y sin resultar desganado sí que termina por caer en cierta monotonía, echándose de menos una mayor profundización en los personajes, que se quedan reducidos al mínimo.

Sin ser un film excelente, Toda la verdad al menos mantiene el suspense de un modo lógico y resulta un pasatiempo sencillo y bastante decente.

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