Dirección: Tomáš Hoffman.
Guión: Jirí Vejdelek, Martin Horský y Tomáš Hoffman.
Fotografía: Jan Drnek.
Reparto: Petra Hrebícková, Ondrej Vetchý, Mirosláv Táborský, Jirí Langmajer, Tereza Kostková, Jenovéfa Boková, Matous Ruml, Kristína Svarinská, Ondrej Malý.
Cuando su marido (Jirí Langmajer) la deja por otra mujer más joven, Eliška (Petra Hrebícková) decide rehacer su vida aceptando un puesto de maestra en una pequeña población rural.
Atrapado con una mujer perfecta (2016) es una comedia romántica de la desconocida filmografía checa. Sin embargo, no hemos de esperarnos una película especialmente localista, salvo algunos contados detalles que muestran algo de la cultura del país, pues el proyecto sigue las pautas más convencionales del género.
De esta manera, la historia no dejar muchas sorpresas. La protagonista es una mujer que nunca ha necesitado trabajar, sustentada por un marido dentista que le proporcionaba la seguridad económica necesaria para que ella pudiera llevar una vida regalada con todos los caprichos que se le antojaban, lo que el director nos explica en los breves instantes de los títulos de crédito, dibujando a Eliška con total precisión.
Una vez que su marido la abandona, ella puede optar por intentar obtener todo lo que pueda por medio del divorcio o encauzar su vida por sus propios medios. Y es lo que hace, decidiéndose a trabajar como maestra.
Su llegada a un pueblo rural proporciona el contraste necesario entre la vida anterior de Eliška y la nueva realidad, teniendo además que sufrir la presencia del enterrador del pueblo, Bohumil (Ondrej Vetchý), un tipo huraño, sucio y maleducado. Lógicamente, no es difícil adivinar que el enfrentamiento inicial terminará en romance con el paso del tiempo.
Como vemos, un desarrollo de lo más ortodoxo que no le da a la cinta muchas posibilidades de sorprendernos y podría hacernos pensar que el resultado es un film bastante mediocre. Pues bien, no del todo, pero no gracias al argumento, sino a lo que rodea el romance y a los actores, que al final le dan cierto punto de gracia a la historia.
Para empezar, la película arranca bastante bien, con pequeños detalles cómicos que si bien no son espectaculares, sí que aportan algunas escenas con cierto gancho. Ello es muy notable al principio, mientras dura la presentación de la protagonista y sus nuevas circunstancias vitales. Luego, desgraciadamente, cuando el guión se adentra en la parte romántica, la historia pierde gracia y lo previsible del desarrollo termina por convertir la segunda parte en un relato bastante endeble.
Y aquí entran en juego los elementos secundarios para compensar la rutinaria evolución del relato. En especial la figura del alcalde, maravilloso personaje interpretado con una frescura envidiable por Mirosláv Táborský, sin duda el mejor personaje de la historia.
Otro detalle interesante es cómo la película pone en valor la sencilla vida del campo, donde la escasez de lujos se suple con una vida más natural y tranquila, una alimentación sana y las entrañables costumbres ancestrales, incluidas las peleas de algunos matrimonios. Es cierto que el mensaje tampoco se subraya demasiado, pues el interés principal del guión es centrarse en la parte romántica, lo que no deja de ser un error, pues en todo lo que rodea a ese romance es donde se podría haber sacado más jugo, especialmente aprovechando la idiosincrasia de la República Checa.
A pesar de todo, la película se deja ver con agrado y, sin ser una comedia especialmente novedosa, sí que uno termina empatizando con la atractiva Eliška y disfrutando de esos finales tan perfectos que, aún siendo previsibles, nos dejan cierta sensación de bienestar. La felicidad es contagiosa.
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