El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 17 de enero de 2024

Sherlock Holmes



Dirección: Guy Ritchie.

Guión: Mike Johnson, Guy Ritchie y Anthony Peckham (Cómic: Lionel Wigram).

Música: Hans Zimmer y Dominic Gibbs.

Fotografía: Philippe Rousselot.

Reparto: Robert Downey Jr., Jude Law, Rachel McAdams, Mark Strong, Kelly Reilly, Eddie Marsan, Hans Matheson, James Fox, William Hope, David Garrick, William Houston, Robert Maillet.

Sherlock Holmes (Robert Downey Jr.) consigue detener al peligroso Lord Blackwood (Mark Strong), impidiendo que asesine a otra joven más. Sin embargo, a pesar de ser condenado a la horca y ejecutado, poco después Blackwood "resucita".

Sherlock Holmes (2009) representa una nueva adaptación del conocido personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle, pero esta vez dándole un giro inusual para convertirlo en un tipo gracioso, algo pasado de rosca, pero con sus facultades deductivas intactas. Que esta cinta se base en un cómic sería la explicación para este nuevo enfoque de las aventuras del famoso detective.

Lo que es evidente es que estamos ante una producción ambiciosa en la puesta en escena, con una recreación de Londres espectacular. En Sherlock Holmes prima sobre todo el espectáculo, es un film concebido al estilo del más difícil todavía, donde parece que todo está permitido menos el aburrimiento.

Desde el principio, Guy Ritchie nos mete de lleno en la acción a base de ágiles movimientos de cámara que crean unas imágenes en constante movimiento, donde el ritmo es frenético en los momentos donde la acción toma las riendas. Pero toda la cinta tiene un dinamismo especial, con encuadres siempre buscando algo diferente que saque a la cinta de los caminos más habituales. Visualmente, Sherlock Holmes es realmente impactante.

Pero a nivel argumental, tampoco es una película que decepcione. El misterio tiene gancho y las habilidades del malvado de turno, encarnado por el siempre efectivo Mark Strong, con presuntos poderes mágicos, son lo suficientemente ingeniosas y misteriosas como para que nos dejemos llevar por el misterio sin reservas. Incluso las necesarias explicaciones aclaratorias finales están metidas con habilidad en el desarrollo, de manera que, aunque abundantes, no resultan un pegote, encajando perfectamente en el discurso y aclarando los detalles más fantásticos con precisión, de manera que no llegamos nunca a sentirnos estafados por trucos baratos, sino que queda la sensación de que el guión ha sido elaborado cuidadosamente para crear no solamente un espectáculo visual de primer nivel, sino también un argumento digno del detective británico más famoso de la historia.

El reparto es otro de los puntos muy cuidados y la elección de Robert Downey Jr., aunque pueda sorprender en un primer momento, termina por funcionar merced al talento de este actor que, afortunadamente, en esos años empezaba a recomponer su carrera. A su lado, Jude Law, Rachel MacAdams, siempre chispeante y con un encanto especial, Eddie Marsan o el veterano James Fox. 

Estamos pues ante un film bastante original, sorprendente incluso, pero cuyo dinamismo, cuidada producción y un guión preciso componen un espectáculo desbordante de energía. Cuesta un poco hacerse a la idea del nuevo enfoque dado al personaje de Sherlock Holmes, pero admitiendo esa licencia, sin duda es una película que se disfruta sin complejos.

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