Dirección: John Wells.
Guión: John Wells.
Música: Aaron Zigman.
Fotografía: Roger Deakins.
Reparto: Ben Affleck, Chris Cooper, Kevin Costner, Tommy Lee Jones, Maria Bello, Rosemarie DeWitt, Craig T. Nelson, Nancy Villone, Tom Kemp.
Año 2008, la crisis financiera golpea Estados Unidos y la empresa GTX sufre las consecuencias. La solución: un recorte drástico de plantilla.
The Company Men (2010) es un film extraño: aborda un drama tan serio como la pérdida del puesto de trabajo y a pesar de ello no provoca ninguna emoción.
Quizá uno de los motivos de ello sea que el discurso de John Wells resulta muy poco natural. Tiene un modo de adentrarse en las vidas de los protagonistas demasiado estudiada, buscando de manera demasiado evidente un estilo fragmentado de contar las cosas. Hay datos que debemos adivinar o que se desvelan después de muchos minutos, corta escenas que daban para más, los diálogos la mayoría de las veces resultan poco contundentes y elude deliberadamente el tono dramático, lo cuál en un relato como este no tiene sentido. No quiero decir que tenga que forzar las cosas, pero sería muy útil darle algo de emoción a determinados momentos. Ahora mismo la única escena que recuerdo con algo de intensidad es una conversación entre Bobby (Ben Affleck) y su esposa Maggie (Rosemarie DeWitt) en la que ella llora, consiguiendo al fin comunicarnos algo de emoción.
En el resto de la película, nada de nada. Ni siquiera cuando Phil Woodward (Chris Cooper) se suicida, el director consigue darle algo de sentimiento a la escena, que tiene la misma frialdad que el resto.
Si a nivel del drama personal la película no funciona con fuerza, tampoco el relato de la crisis económica se trasmite con claridad. Tal vez porque los protagonistas son tipos acomodados, con lo que la percepción de su drama es menor. Por ejemplo, la casa de Bobby la pueden vender por cerca de 900.000 dólares, con lo que pena no dan. Más bien trasmiten la sensación de personas materialistas que llevaban un tren de vida demasiado alto, gastando todo lo que ganaban con una alegría irresponsable. Incluso Gene McClary (Tommy Lee Jones), que también pierde el empleo, tiene tantas acciones que puede ganar 500.000 dólares en una mañana.
Está claro que los dramas de la élite no parecen tan graves como las del resto de los mortales.
Pero además, si el desarrollo era anodino, el final es bastante absurdo. Los pocos conflictos que había, como el de Bobby con su cuñado (Kevin Costner), se resuelven maravillosamente, descubriendo que en realidad todo provenía de cierta falta de comunicación entre ellos, pero en el fondo eran dos buenas personas que acaban entendiéndose y apreciándose. Un conflicto muy leve resuelto con total simplicidad.
Por lo demás, el guión remata el supuesto drama con un final feliz bastante artificial. Una especie de paño caliente que busca reconciliarnos con el lado positivo de la vida. Muchos de los despedidos de GTX vuelven a unir fuerzas en una nueva empresa y aquí paz y después gloria.
The Company Men parece un cuento para niños. Está tan estudiada que no convence en nada de lo nos cuenta.
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