Dirección: Robert Pulcini y Shari Springer Berman.
Guión: Robert Pulcini y Shari Springer Berman (Novela: Emma McLaughlin y Nicola Kraus).
Música: Mark Suozzo.
Fotografía: Terry Stacey.
Reparto: Scarlett Johansson, Laura Linney, Alicia Keys, Chris Evans, Donna Murphy, Nicholas Reese Art, Judith Roberts, Julie White, Paul Giamatti.
Tras terminar sus estudios universitarios, Annie Braddock (Scarlett Johansson) empieza a buscar trabajo cuando, por casualidad, le llueven las ofertas para ser niñera. Y decide probar.
Diario de una niñera (2007) pretende ser una mirada antropológica a las clases ricas, muy ricas, de Nueva York. Gente que nada en la abundancia, vive en la zona más exclusiva de la ciudad, gasta el dinero como si no fuera a agotarse nunca y se pueden permitir el lujo de tener criados que les resuelvan las tareas cotidianas, incluso el criar a sus hijos. El inconveniente de esta peculiar intención es que el guión se mueve en un terreno tan previsible y tan cargado de tópicos que no resulta creíble.
El personaje de la Señora X, muy bien interpretado por una convincente Laura Linney, es un cúmulo de tópicos, por lo que resulta tan ridícula como imposible. Lo peor es que el film es tan bienintencionado que se atreve con operar un milagro con dicha señora que de nuevo resulta del todo imposible de creer.
Se podría también esperar algo más de intensidad y protagonismo a los esfuerzos de Annie por ganarse al pequeño Grayer (Nicholas Reese Art), pero tampoco aquí el guión se toma su tiempo y recurre a un par de momentos poco inspirados, de manera que tampoco logramos sentir empatía hacia la relación de Annie y el pequeño.
Se podría argumentar, en defensa de la película, que es una sencilla comedia y por lo tanto no es necesario ser demasiado exigentes con un argumento que solo pretende entretener. Pero lo que no se puede pasar por alto es una falta tan grande de originalidad, el caer siempre en lo fácil con la sensación de que los guionistas no se han estrujado demasiado el cerebro y han ido por el camino menos complicado.
Afortunadamente contamos con la presencia de Scarlett Johansson y aunque su personaje no sea demasiado interesante, ella logra darle un encanto especial, de manera que se lleva mucho mejor el repertorio de escenas tan poco elaboradas. Incluso el romance de Annie con el vecino guaperas (Chris Evans) es tan convencional que resulta absolutamente intrascendente a la hora de generar un mínimo de emoción.
Es cierto que la puesta en escena está muy cuidada y que es muy agradable ver las referencias a Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964), pero en general la película nos deja una impresión de falta de esfuerzo a la hora de construirla, resultando una comedia muy blandita por todos los lados, sin ninguna gracia y tan poco profunda como previsible.
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