El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 5 de julio de 2023

La noche se mueve



Dirección: Arthur Penn.

Guión: Alan Sharp.

Música: Michael Small.

Fotografía: Bruce Surtees. 

Reparto: Gene Hackman,  Jennifer Warren, Susan Clark, Edward Binns, Harris Yulin, Kenneth Mars, Janet Ward, James Woods, Anthony Costello, John Crawford, Melanie Griffith, Ben Archibek.

Una actriz retirada (Janet Ward) contrata al detective Harry Moseby (Gene Hackman) para que intente encontrar a su hija Delly (Melania Griffith), de 16 años, que lleva un par de semanas desaparecida.

El cine de los años sesenta del siglo XX fue un tanto especial debido a la llegada de jóvenes realizadores que cambiaron la forma de entender y hacer cine. Entre ellos está Arthur Penn, que ya había dado muestras de su peculiar aproximación a los géneros clásicos con El zurdo (1958), un curioso western sobre la figura de Billy el Niño. Con La noche se mueve (1975) parece querer dar su personal visión del cine negro.

Para ello, Arthur Penn dota a su relato un ritmo lento, donde se toma su tiempo en cada secuencia y donde habría que destacar por encima de todo los diálogos, sin duda lo más interesante de la película y que, a pesar de mantenernos Arthur Penn a oscuras sobre lo que en realidad está sucediendo mientras Harry busca a Delly, que al final es algo anecdótico, son finalmente los que mantienen en pie la historia. Los diálogos y Gene Hackman, por supuesto, que se iba afianzando en esos años como un sólido actor capaz de encarnar cualquier personaje, aún cuando su físico no le hiciera ningún favor.

Sin embargo, el hecho de que el guión nos mantenga ignorantes de la verdadera trama de la película justo hasta los últimos minutos hace que la cinta pierda parte de su potencial, pues de habernos hecho partícipes desde mucho antes de las vinculaciones de unos personajes con otros, creo que la emoción hubiera sido mucho mayor. Por otro lado, he de confesar que el asunto de las piezas de arte me pareció un tanto confuso y el final, con avioneta incluida, demasiado rocambolesco. Pero en todo caso, en consonancia con una visión un tanto peculiar del director, pesimista y muy trágica, una constante de muchos de sus films. Afortunadamente, La noche se mueve es mucho más que eso.

Porque, a pesar de este fallo de concepto, creo que el film guarda un gran interés precisamente por no centrarse exclusivamente en la intriga y tener la habilidad y la inteligencia de saber construir unos personajes interesantes, profundos, con algo que contar más allá de sus trabajos. De ahí que a pesar de la lentitud con se desarrolla la película y que no sepamos de qué va durante casi toda la duración de la misma, bastante notable por cierto, nunca estemos ante escenas de relleno o fases sin interés. Cada conversación cuenta algo interesante y nos va descubriendo a los protagonistas, que adquieren verdadera dimensión humana.

Por eso, La noche se mueve puede decepcionar a los que esperan un film negro con más misterios y acción y se encuentran con un film más psicológico y humano. Está claro que ese deseable equilibrio entre intriga y desarrollo de los personajes no está muy logrado y de ahí que la cinta se quede a medias, sin alcanzar la excelencia. De todos modos, creo que es un film muy recomendable y un buen ejemplo del nuevo enfoque que nació en los años setenta.

Por cierto, la película es famosa también por la frase de Harry sobre las películas de Eric Rohmer: "Una vez vi una película de Rohmer y era como estar mirando crecer una planta".

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