El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 26 de agosto de 2023

Möbius



Dirección: Eric Rochant.

Guión: Eric Rochant.

Música: Jonathan Morali.

Fotografía: Pierre Novion.

Reparto: Jean Dujardin, Cécile De France, Tim Roth, Émilie Dequenne, John Lynch, Dean Constantin, Vladimir Menshov, Branka Katić, Wendell Pierce, Alexey Gorbounov, Vicky Krieps, Dmitry Nazarov.

El servicio de inteligencia ruso contacta con Alice Radmond (Cécile De France), una experta en fianzas que trabaja en un banco del magnate ruso Ivan Rostovsky (Tim Roth), presionándola para que les entregue información comprometedora sobre Rostovsky.

Sobre el papel, Möbius (2013) tiene todos los elementos necesarios para ser una película más que interesante, pues afronta una historia de espionaje que implica a la CIA y a los servicios de inteligencia rusos en una trama muy bien hilvanada y que en teoría proporcionaría una de esas historias apasionantes sobre el mundo del espionaje. 

Sin embargo, incomprensiblemente el guión parece que se propone enredarnos en una tela de araña realmente espesa en lugar de hacernos cómplices de su entramado. Así, en lugar de una exposición clara de los hechos, desde el arranque mismo opta por la confusión, ocultar datos, referirse a Alice siempre en masculino, no identificar claramente a los personajes, utilizar nombres en clave que no sabemos bien a quién hacen referencia... 

Es verdad que poco a poco vamos desenmarañando la trama, pero la principal consecuencia de no ofrecernos una exposición diáfana de los personajes y sus implicaciones es que nos pasamos la película dándole vueltas a lo que vemos, buscándole la lógica, y con eso nos perdemos la experiencia de meternos plenamente en la historia y disfrutarla o padecerla como se merece.

Algunas veces la confusión esconde un relato poco sólido, pero en este caso creo que no es así y no hacía falta complicar tanto la historia. Parece un mal bastante característico del género, como si el mundo del espionaje estuviera reñido con la claridad expositiva. Y no tiene nada que ver una trama compleja, como a menudo sucede en el género, con una exposición confusa y creo que aquí el director confunde los términos.

Y es una lástima porque los personajes son interesantes y la trama, una vez adivinada, tiene fuerza como para resultar más que apasionante.

Además, el director sabe lo que se trae entre manos, como lo demuestra en aquellos momentos en que decide dejar de marearnos y se concentra en lo importante. De esta manera, la relación entre Alice y Moïse (Jean Dujardin) nos ofrece algunas escenas realmente hermosas y con muy pocos elementos el director logra hacernos partícipes de la pasión que nace entre ambos, consiguiendo los mejores momentos de la película, especialmente con la escena final, de una belleza, fuerza y claridad maravillosas.

Además, el reparto también me pareció todo un acierto. Jean Dujardin está demostrando una capacidad formidable para encarar cualquier registro, resultando siempre convincente. A su lado, la hermosa Cécile De France, capaz de enamorar no solo a Moïse, sino a todos nosotros. De Tim Roth creo que no se va a descubrir ahora su talento, a pesar de que su participación es bastante más residual de lo que me hubiera gustado.

En definitiva, Möbius es una película con un gran potencial, tocando además un género que me encanta, pero por desgracia el director no ha sabido presentarla de manera eficaz, optando por una confusión innecesaria y que nos entorpece y mucho la experiencia de disfrutarla.

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