Dirección: Gore Verbinski.
Guión: J. H. Wyman.
Música: Alan Silvestri.
Fotografía: Dariusz Wolski.
Reparto: Brad Pitt, Julia Roberts, James Gandolfini, J. K. Simmons, Bob Balaban, Sherman Augustus, Michael Cerveris, Gene Hackman, David Krumholtz.
Jerry (Brad Pitt), un tipo de lo más torpe, tiene que trabajar para un delincuente llamado Arnold Margolese (Gene Hackman) como compensación por los cinco años de prisión a que fue condenado precisamente por culpa de Jerry. El último encargo de Margolese es que viaje a México y consiga una valiosa pistola.
The Mexican (2001) es una comedia cuyo mayor atractivo era ver en una misma película a Julia Roberts y Brad Pitt. Y no dudo que para muchos espectadores esta fuera una razón de peso para ver la cinta. Y no creo que se sintieran defraudados, pues ambos tienen el suficiente talento y encanto como para no defraudar con sus interpretaciones. Pero, curiosamente, los mejores momentos de la película tienen lugar entre Julia Roberts y James Gandolfini, otro gran actor, precisamente porque en sus conversaciones se encuentra la parte más sincera, honesta y hermosa de la historia.
The Mexican empieza bien, al menos resulta divertida especialmente con el personaje de Jerry, un patoso sin remedio del que adivinamos en sus primeros momentos en México que la va a fastidiar sin querer. Es cierto que el argumento, enviar a semejante personaje a una misión de cierta importancia, es difícil de creer, pero como se trata de una comedia uno está más predispuesto a aceptar ciertos matices.
Sin embargo, el principal problema de la película es cuando vemos que el planteamiento inicial sobre la aventura de Jerry comienza a perder su gracia y se alarga innecesariamente, dando lugar a una historia que ya no sorprende y empieza casi a desesperarnos.
Afortunadamente, encontramos una compensación con la relación que se establece entre Sam (Julia Roberts) y su secuestrador, Leroy (James Gandolfini), que después se descubrirá que no era Leroy, sino un tal Winston. Sin duda, la manera en que ambos personajes se van conociendo y acercando, al compartir sus secretos y sus deseos, es lo más genuino y auténtico de la película. No es muy gratificante, por lo tanto, reconocer que en una comedia lo mejor es cuando el argumento se pone serio, pero es la verdad. Si todo lo relativo a Jerry y sus desventuras resulta exagerado y a veces casi grotesco, en la parte de Sam encontramos al fin un guión sincero que es capaz de adentrarse en los problemas de pareja con seriedad y respeto.
Después, cuando se descubre la enrevesada trama de traiciones y la historia increíble de la pistola, The Mexican entra en una especie de contradicción, queriendo aportar profundidad a una trama disparatada que pedía a gritos dejarla en el terreno de la pura fantasía.
Incluso el final me pareció un tanto vulgar, sin mucha imaginación, con lo que el sabor de boca que nos deja no es precisamente muy agradable.
Creo que acortando el metraje y llevando la historia más hacia la vertiente del absurdo, The Mexican habría funcionado algo mejor. Tal y como está, tiene detalles muy buenos, algunos divertidos y otros conmovedores, pero el conjunto no termina de resultar coherente y ese desequilibrio hace que la historia no termine de convencerme. Sirve para pasar el rato, pero creo que se habría podido sacar mucho más de los personajes.
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