El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 17 de junio de 2023

Air



Dirección: Ben Affleck.

Guión: Alex Convery.

Fotografía: Robert Richardson.

Reparto: Matt Damon, Ben Affleck, Jason Bateman, Chris Messina, Matthew Maher, Marlon Wayans, Jay Mohr, Julius Tennon, Chris Tucker, Viola Davis.

En 1984, la marca Nike tiene una cuota de mercado en el mundo del baloncesto residual. Incluso se teme que se cierre la sección si no mejoran los resultados. Entonces a Sonny Vaccaro (Matt Damon), cazatalentos de baloncesto de la firma, se le ocurre la idea de intentar convencer al novato Michael Jordan de que firme con ellos, convencido del potencial del jugador.

Air (2023) es una de esas películas alabadas por la prensa y que, desde mi modesta opinión, no pasa de ser un relato mediocre.

Es cierto que es un film muy cuidado en las formas, destacando especialmente un reparto de lujo, con Matt Damon al frente y muy bien arropado por la maravillosa Viola Davis, perfecta, o un eficaz Jason Bateman. De hecho, encuentro que son los secundarios los que destacan especialmente, mucho más que Damon o un curioso Ben Affleck en el papel del director ejecutivo de Nike y cuyo supuesto talento se muestra realmente oculto durante toda la cinta, llegando incluso a dudar del motivo de que tuviera un cargo así.

Lo que es evidente es que el tema de la contratación de Michael Jordan por parte de Nike no me parece lo suficientemente interesante como para dedicarle un largometraje. Es el relato de una suculenta oferta comercial que catapultó a Nike y no sé realmente la importancia del hecho.

Es por ello que Ben Affleck intenta insuflarle a la historia un componente humano y emotivo que amenice el asunto, enfatizando las dificultades que tiene que vencer Sonny, tanto en su empresa como con los representantes de Jordan, así como haciendo hincapié en el peligro que suponía para el propio Sonny y todos los empleados de la sección de baloncesto el que Nike no consiguiera la firma del jugador.

Todo muy bien narrado y con algún momento de cierta emotividad, pero en el fondo es difícil de digerir que en un mundo tan capitalista prevalezca el lado humano en los negocios. ¡Intragable! Además de ser un relato bastante convencional, sin nada de especial, siguiendo los ritmos y caminos más trillados para contar la historia. 

Es por eso que todo el relato huele a panfleto, a historia debidamente manipulada para conseguir convencernos de lo maravillosa y épica negociación que condujo a la felicidad absoluta de todos los implicados. 

¿Lo mejor de Air? El repaso al año 1984 que tiene lugar durante los títulos de crédito, un regalo para los nostálgicos y curiosos, y la maravillosa banda sonora con títulos memorables de la época. El resto, pues una historia banal que no merecería tanta parafernalia y que suena un poco a cuento chino, sinceramente.

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