Dirección: Irvin Kershner.
Guión: Leigh Brackett, Lawrence Kasdan y George Lucas.
Música: John Williams.
Fotografía: Peter Suschitzky.
Reparto: Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Frank Oz, Billy Dee Williams, Anthony Daniels, David Prowse, Peter Mayhew, Kenny Baker, Alec Guinness.
A pesar de perder la Estrella de la Muerte, el Imperio presiona a los rebeldes, desalojados de sus bases secretas y perseguidos a través de la galaxia. Un grupo liderado por Luke Skywalker (Mark Hamill) se ha refugiado en la tierra congelada de Hoth.
Continuación de la primera entrega de 1977, Una nueva esperanza (George Lucas), El imperio contraataca (1980) es para muchos críticos la mejor película de la saga. Con méritos suficientes para seguir aportando esa mezcla de aventuras y comedia, es una cinta sumamente entretenida, pero sin la sorpresa que había proporcionado su predecesora.
Básicamente, todo continúa según las líneas diseñadas por George Lucas en Una nueva esperanza, con la continuación de la lucha de los rebeldes contra el Imperio y Darth Vader (David Prowse) ejerciendo de malo sin escrúpulos.
El problema que le encuentro es que la historia comienza a volverse repetitiva, con C-3PO (Anthony Daniels) insistiendo el rol de payaso pero sin la gracia de la primera entrega, pues duplicar los mismos chistes ya resulta escasamente novedoso y sí algo cargante.
Lo mismo pasa con el romance entre la Princesa Leia (Carrie Fisher) y Han Solo (Harrison Ford) que en lugar de enfocarse de modo dramático se ve como una oportunidad de aligerar la parte dramática y sus continuos piques llegan a resultar escasamente interesantes.
Es verdad que el comienzo es espectacular, con la batalla en Hoth, de manera que entramos en la historia con fuerza, pero a partir de ahí el guión entra en terrenos filosóficos donde, a parte de la simplicidad de los conceptos, se pierde el ritmo del comienzo.
Para los más entusiastas de la saga, hay dos momentos claves: la aparición de Yoda, muñeco manejado admirablemente por Frank Oz, que ya había manejado a Miss Piggy de los Teleñecos, y la revelación de que Darth Vader es el padre de Luke, lo que convierte la serie en una telenovela de sobremesa.
Atención a la música, un clásico ya de la historia del cine, utilizada siempre con un marcado fin narrativo, casi un personaje más y sin duda una de las composiciones más famosas de John Williams.
Sin embargo, estas críticas tan personales no empañan un espectáculo que vuelve a incidir en la épica, el sacrificio, la camaradería, la lealtad y sobre todo la lucha del bien contra el mal. Un conjunto de conceptos muy elementales pero a los que George Lucas sabe dotar de la suficiente fuerza como para crear un espectáculo de masas tan elemental como eficaz. Un pasatiempo para toda la familia que se ha ganado un puesto en la historia del cine de aventuras.
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