El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 23 de junio de 2023

Stuck



Dirección: Stuart Gordon.

Guión: John Strysik (Historia: Stuart Gordon).

Música: Bobby Johnston.

Fotografía: Denis Maloney.

Reparto: Stephen Rea, Mena Suvari, Russell Hornsby, Rukiya Bernard, Carolyn Purdy-Gordon, Lionel Mark Smith, Wayne Robson, R.D. Reid, Patrick McKenna, Sharlene Royer. 

Brandi (Mena Suvari), una joven que trabaja de cuidadora en una residencia de ancianos, tras una noche de alcohol y drogas, atropella a un hombre (Stephen Rea), que queda empotrado en el parabrisas de su coche malherido. Por miedo a las consecuencias que puede tener el atropello, decide no llevarlo al hospital y busca cómo deshacerse de él.

Stuck (2007) nos advierte al principio que es un film basado en hechos reales. No sé si a modo de justificación o para que no dudemos que cosas así pueden pasar, que alguien intente dejar morir a un hombre que ha atropellado por mero egoísmo, sin ningún ápice de remordimientos o de compasión.

Bien, asentados los hechos, hay que ver qué nos cuenta realmente Stuck y su importancia. ¿Merece un acto así ser llevado a la pantalla? Me imagino que puede tener su interés como denuncia del grado de deshumanización de la sociedad o una prueba más del egoísmo a que puede llegar alguien con tal de protegerse y de no complicarse la vida. El problema es que tal y como plantea Stuart Gordon la película, sinceramente creo que no consigue su propósito. 

Para empezar, el guión es demasiado limitado en ideas, de manera que se dedica a alargar la situación del hombre herido hasta conseguir una duración de la cinta más o menos estándar. Pero el desarrollo es repetitivo, monótono y sinceramente no da para mucho más. Tal vez si se hubiera preocupado de desarrollar mejor a los personajes, el experimento habría tenido algo más de profundidad, pero tal y como lo plantea John Strysik es de una simpleza absoluta. 

Quizá por ello se recrea en detalles tan innecesarios como idiotas, como mostrar a un anciano que se ha hecho caca. ¿Era necesario?, ¿qué aporta algo así, salvo una imagen realmente repugnante y gratuita? De verdad, en el cine actual hemos llegado a un grado tal de vulgaridad y de falta de ideas que me resulta bochornoso. Solamente por ese detalle Stuck desciende al nivel de cine basura. Y si eso fuera lo único desagradable... pero como el guión es totalmente plano, el director busca darle emoción recreándose en mostrar las heridas del hombre atropellado con bastante lujo de detalles. Sino puede emocionarnos con una historia profunda, al menos nos sacude las vísceras. ¡Patético!

Solamente he encontrado salvable el trabajo de los dos actores principales, algo es algo. Y también un detalle simpático: el novio de Brandi, Rashid (Russell Hornsby), que es el único en el que el guión parece detenerse para perfilarlo brevemente; resulta muy gracioso el grado de chulería con que se presenta al personaje y cómo luego, enfrentado a Brandi cuando lo descubre engañándola con otra o cuando ha de librarse del herido, se desvela su verdadera naturaleza de cobarde, torpe y asustado. No es gran cosa, lo sé, pero es casi lo único decente que se puede rescatar de la historia.

En resumen, Stuck es una prueba más del grado de simplicidad absoluta a que ha llegado cierto cine actual, sin ideas, yendo a lo fácil, buscando lo macabro como única manera de crear emoción. Un cine para gente poco exigente que consume de todo sin prestar atención.

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