Dirección: Melvin Frank.
Guión: Melvin Frank y Jack Rose.
Música: John Cameron.
Fotografía: Austin Dempster.
Reparto: George Segal, Glenda Jackson, Paul Sorvino, K. Callan, Cec Linder, Nadim Sawalha, Michael Elwyn, Mary Barclay, David de Keyser, Ian Thompson, Ève Karpf, Hildegard Neil.
Steve (George Segal) y Vickie (Glenda Jackson) se conocen por casualidad y se sienten atraídos mútuamente. A pesar de que Steve está casado y no piensa romper su matrimonio, ambos comienzan una relación.
Un toque de distinción (1973) es una comedia romántica indudablemente de calidad. Pero al mismo tiempo tuve la sensación de que el tema podía haber sido aprovechado mucho mejor.
Quizá el principal problema de la película esté señalado por ella misma en la escena en que Steve y Vickie ven Breve encuentro (David Lean, 1945) en la televisión y lloran desconsoladamente. La referencia a la película de Lean, sin duda una obra maestra del género, deja muy claras las diferencias entre ambas y señala las carencias de Un toque de distinción. Además, las forzadas y teatrales lágrimas de Steve y Vickie ejemplifican otro de los defectos de la cinta: su humor es vulgar, exagerado y tal vez habría sido mejor dejarlo de lado si no se tenía nada más inteligente que ofrecernos.
Por eso, la pelea de ambos en su primera noche en Málaga parece del todo fuera de lugar y resulta absurda e inconcebible. Es el problema de un guión que recurre al chiste fácil y a situaciones extremas en un intento de resultar gracioso y precisamente acaba por ser ese su mayor problema.
Porque si dejamos de lado las bufonadas, la historia es realmente interesante. Por un lado, ambos son sinceros desde el principio sobre el camino que va a tomar su aventura, no se engañan y aceptan las limitaciones de la situación con normalidad, sin duda un punto de partida genial. Lo mismo que la personalidad de Vickie: una mujer fuerte, segura de sí misma y de lo que quiere, algo realmente coherente con su edad y su experiencia, pues otra cosa habría resultado menos convincente. En cambio, Steve está dibujado con menos acierto debido a que se centran en su personaje los aspectos cómicos. A pesar de lo cuál, la pareja funciona de maravilla y resulta más que convincente, especialmente cuando la película decide dejar el tono cómico relegado a un segundo plano y, entonces, cuando el argumento adopta un enfoque más serio, es cuando la película logra al fin resultar cercana y con un punto conmovedor. Tal vez de haber tomado esa senda más decididamente, el resultado sería mucho mejor.
Tanto George Segal como Glenda Jackson, pero especialmente ella, me parecieron muy acertados en su trabajo. Es verdad que Segal en algunas escenas peca de histrionismo, pero no resulta del todo excesivo. Ella fue premiada con el Oscar por su interpretación, no me atrevo a decir si merecidamente o no, pero en todo caso creo que su trabajo es muy bueno.
Y por último destacaría el final, realmente elegante, con el detalle del telegrama y cómo, finalmente, Steve decide con cierta pena dejar que la relación se termine. Es un desenlace triste, pero quizá el más sensato posible y la constatación de que todo, por hermoso que sea, acaba por deteriorarse. Como decía Vickie: "empiezo a hablar como una esposa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario