El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

lunes, 12 de junio de 2023

OSS 117: Perdido en Río



Dirección: Michel Hazanavicius.

Guión: Jean-François Halin y Michel Hazanavicius (Personajes: Jean Bruce).

Música: Ludovic Bource.

Fotografía: Guillaume Schiffman.

Reparto: Jean Dujardin, Louise Monot, Rüdiger Vogler, Alex Lutz, Reem Kherici, Pierre Bellemare, Ken Samuels, Serge Hazanavicius.

El agente secreto francés Hubert Bonisseur de La Bath (Jean Dujardin) es enviado a Río de Janeiro, donde deberá comprar un microfilm con datos comprometedores para Francia a un antiguo nazi, el profesor Von Zimmel (Rüdiger Vogler). 

OSS 117: Perdido en Río (2009) es la lógica continuación de OSS 117: El Cairo, nido de espías (Michel Hazanavicius, 2006), una película que, parodiando a la serie de James Bond, ofrecía un humor sencillo pero que daba como resultado un film fresco y original.

El problema es que OSS 117: Perdido en Río se queda a años luz de su predecesora, lo cuál no deja de sorprender porque contamos con los mismos guionistas, el mismo protagonista y el mismo director. De ahí que resulte realmente chocante encontrarnos con una película vulgar, sin el humor tan agudo de la predecesora y donde incluso la aventura de 117 resulta muy pobre. 

Es como si a Jean-François Palin y Michel Hazavanicius se le hubieran agotado las ideas o gastaran todas sus balas en la predecesora. Como consecuencia, los chistes realmente ingeniosos quedan reducidos a un par de frases muy buenas, es cierto, pero que no tienen acompañamiento, pues la mayor parte de las situaciones o repiten la fórmula de la primera entrega, pero sin la chispa de entonces, o son realmente bromas burdas, indignas de un film con ciertas aspiraciones.

Además, el juego de multiplicar imágenes en la pantalla, si bien puede resultar simpático la primera vez termina por cansar debido a su reiteración, lo que provoca que llegue a ser más una molestia que otra cosa, y además no veo que aportara nada reseñable ni en el apartado de humor ni a la hora de potenciar el relato. Al final, otro recurso repetitivo, como algunas bromas.

Es verdad que seguimos disfrutando de Jean Dujardin, la verdadera alma de la película, un actor que se mueve de maravilla en la comedia y cuyo machismo, racismo y torpezas múltiples no consiguen restarle ni un mínimo de encanto, de ahí que comprendamos que las mujeres caigan rendidas a sus pies, incluso a pesar de él mismo.

Pero contar solamente con el talento de Dujardin no es suficiente para mantener a flote una historia sin garra y con demasiadas bromas que se repiten sin variación, como el tema de los judíos o los matones chinos, que terminan casi por aburrir.

En 2021 se rodó una tercera cinta, OSS 117: Desde África con amor, donde el director ya no es Hazanivicius, sino Nicolas Bedos, pero como las bromas sigan repitiéndose sin variación y bajando de nivel no creo que la serie tenga demasiado recorrido. 

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