El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 9 de junio de 2023

Intriga extranjera



Dirección: Sheldon Reynolds.

Guión: Sheldon Reynolds.

Música: Paul Durand y Charlie Norman.

Fotografía: Bertil Palmgren.

Reparto: Robert Mitchum, Geneviève Page, Ingrid Thulin, Frederick O'Brady, Eugene Deckers, Inga Tidblad, Lauritz Falk, Frederick Schrecker, Georges Hubert, Peter Copley, Lilly Kann, Ralph Brown, John Padovano.

Al morir el misterioso millonario Victor Danemore, Dave Bishop (Robert Mitchum), que trabajaba para él, decide investigar sobre el pasado de su señor al comprobar cómo distintas personas se muestran extrañamente interesadas en su muerte. 

Intriga extranjera (1956) es una película bastante modesta, solamente la presencia de Robert Mitchum le da cierto lustre, pero por desgracia no está demasiado bien acompañado, pues el resto del reparto no destaca especialmente.

La película arranca realmente bien, con la muerte de una persona enigmática de la que pronto sabemos que todo lo relativo a su pasado y su fortuna es un misterio. De hecho, la historia oficial de su vida no es más que una invención. Por eso, al morir y comenzar a aparecer personas interesadas en conocer detalles sobre su muerte, Dave empieza a sentir curiosidad sobre quién era realmente su jefe y qué misterios escondía su pasado.

Como Dave, el espectador está también completamente ignorante, por lo que el interés en descubrir la verdad mantiene la emoción y aún más cuando Dave descubra que le siguen y se vaya encontrando un cadáver en el camino.

Sin embargo, el problema es que toda está intriga inicial, que realmente parecía muy prometedora, pronto se verá defraudada a medida que se va desvelando el misterio y comprendemos que no era tan apasionante como se preveía y, especialmente, nuestras expectativas sufrirán un golpe tremendo en la recta final del film, con la aparición de más detalles del pasado de Danemore un tanto rebuscados y no demasiado creíbles. Pero será un final abrupto y chapucero el que definitivamente nos arruine la función.

Además, la película posee una puesta en escena poco vistosa y los diálogos son bastante malos, con lo que es complicado disfrutar del desarrollo como, por ejemplo, de la parte en que Dave y Brita (Ingrid Thulin) se enamoran, pues es todo demasiado precipitado y sus conversaciones no terminan de resultar demasiado interesantes. 

En general, da la impresión de que el guión, más allá del planteamiento inicial, no sabe cómo desarrollar la historia y se muestra torpe, sin muchas ideas, con momentos realmente extraños, como cuando la madre de Brita (Inga Tidblad) la encierra en el salón, o personajes que no terminan de definirse, especialmente Dominique (Geneviève Page), la viuda de Danemore, cuyo papel en el relato resulta un misterio.

Hay un detalle que explica mejor que nada lo errático del argumento y es la existencia de un documento secreto que el difunto confió a un abogado (Frederick Schrecker) con instrucciones precisas en caso de que su muerte no fuera natural. El misterio sobre su contenido es el centro del interés inicial y uno de los motivos por los que Dave comienza sus pesquisas, y la muerte del abogado a manos de Dominique acrecienta el interés. Pues bien, en cuanto Dominique se hace con el documento ya no volvemos a saber nada más del tema.

Intriga extranjera es una película que va cuesta abajo desde el primer tercio, con lo que el interesante planteamiento inicial no hace sino desmoronarse a cada paso que da el relato, de manera que la impresión final es la de una historia sin mucho sentido y un guión torpe, oscuro y poco elaborado.

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