El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 8 de junio de 2023

La mujer de paja



Dirección: Basil Dearden.

Guión: Robert Muller y Stanley Mann (Novela: Catherine Arley).

Música: Norman Percival.

Fotografía: Otto Heller.

Reparto: Gima Lollobrigida, Sean Connery, Ralph Richardson, Alexander Knox, Johnny Sekka, Laurence Hardy, Peter Madden, Danny Daniels, Noel Howlett. 

Charles Richmond (Ralph Richardson) es un millonario déspota y cruel que trata mal a todo el mundo, incluído su sobrino Anthony (Sean Connery), que ejerce de su secretario. Siguiendo las órdenes de su tío, Anthony le busca una nueva enfermera, la atractiva María Marcello (Gina Lollobrigida).

La mujer de paja (1964) es un film relativamente desconocido que, sin embargo, tiene elementos más que suficientes para poder recomendarlo abiertamente.

La historia gira en torno a uno de esos personajes excesivos y odiosos que a veces nos regala el cine: el millonario Charles Richmon, un viejo amargado que apoyándose en su cuantiosa fortuna hace lo que le da la gana con casi todo el mundo, como con sus sirvientes, a los que humilla como si no fueran ni seres humanos. No se libra de su mal carácter ni su sobrino Anthony, al que incluso ha desheredado.

Nadie aguanta a su lado, salvo aquellos que no tienen más remedio, y su nueva enfermera no será una excepción, abandonándolo ante sus muestras de crueldad. Pero Anthony ha visto que Charles se siente atraído por María e intenta convencerla para que participe en su plan: ella se casará con el viejo y cuando él la haga heredera de su fortuna, ella recompensará a Anthony con un millón de libras. Los dos saldrán ganando.

María es una mujer buena y no encuentra en realidad nada malo en la propuesta de Tony. Incluso logrará suavizar el carácter del viejo al que terminará por cogerle afecto. Sin embargo, la muerte prematura de Charles comprometerá el plan de su sobrino.

La mujer de paja es un muy interesante film de suspense donde sin duda entre lo mejor está el reparto, con Sean Connery que despuntaba entonces como James Bond, el siempre eficaz Ralph Richardson y una jovencita Gina Lollobrigida en el esplendor de su belleza. Un trío que funciona de maravilla y que da entidad a una intriga realmente inteligente.

Es verdad, sin embargo, que no es muy difícil anticiparse a lo que va a suceder, no como le ocurre a María, un personaje bondadoso e inocente a partes iguales que nunca ve venir lo que se avecina. Sin embargo, la historia está muy bien hilvanada y la intriga se sostiene eficazmente gracias a lo ingeniosamente que está planeada. Aunque, para ser sinceros, ocurre también lo que es habitual en este tipo de propuestas y es que la intensidad del misterio se ve rebajada por un final algo menos preciso. En esta ocasión, el tema de la cinta magnetofónica resulta demasiado fantástico. No es que no se sostenga, pero la sensación que tuve fue que el desenlace no estaba a la altura de la trama.

Otro de los aspectos en los que cojea un poco la película es a la hora de retratar a los protagonistas, especialmente al cargar las tintas de manera un tanto excesiva con Charles, con lo que resulta un tanto difícil pensar que una mujer sensata como María termine sintiendo algo de afecto por un viejo que se comportaba como un monstruo.

Sin embargo, por encima de todo queda una historia muy bien presentada con ese punto de suspense y la relativa sorpresa final que conforman una película bastante atractiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario