El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 16 de mayo de 2023

Pacto tenebroso



Dirección: Douglas Sirk.

 Guión: St. Clair McKelway y Leo Rosten (Novela: Leo Rosten).

Música: Rudy Schrager.

Fotografía: Joseph Valentine.

Reparto: Claudette Colbert, Robert Cummings, Don Ameche, Rita Johnson, George Coulouris, Queenie Smith, Ralph Morgan, Keye Luke, Fred Nurney, Raymond Burr, Maria San Marco, Lillian Bronson, Hazel Brooks. 

Alison Courtland (Claudette Colbert) despierta en un tren camino de Boston sin saber cómo ha llegado ahí. Es uno más de una serie de episodios para los que no encuentra explicación. Su marido, Richard (Don Ameche) le pide cita con un psiquiatra.

Pacto tenebroso (1948) es una película de suspense bastante sencilla que funciona correctamente en cuanto no la analicemos con detalle, pues puestos a rascar se descubren pronto las fisuras.

La trama recuerda bastante a Luz de gas (Thorold Dickinson, 1940) o su remake Luz que agoniza (George Cukor, 1944): de nuevo un marido intentará librarse de su esposa, en este caso recurriendo a las drogas para que termine suicidándose o matando a alguien.

El inconveniente principal es un guión muy poco inteligente y demasiado elemental que no mantiene la intriga durante mucho tiempo y que se muestra un tanto torpe en cuanto al plan del marido y la manera de ejecutarlo. Pero aún más increíble es la figura de Bruce (Robert Cummings), un joven enamorado de Alison que sospechará del marido sin una base realmente sólida, por lo que sus actos parecen un tanto forzados, sin una lógica o justificación razonable. Tampoco los diálogos son brillantes y caen en ciertas banalidades, lo que entorpece el clima de misterio.

El desenlace se ajusta de nuevo a la simplicidad que domina la película, con lo que resulta poco interesante y demasiado precipitado. Y el tiroteo en la casa de la señora Courtland resulta algo teatral de más.

En el reparto, la más interesante es Claudette Colbert sin duda, ya que tanto Robert Cummings como Don Ameche están a un nivel inferior, en especial Ameche, demasiado rígido y al que le falta un toque de maldad que habría dado más carácter a su personaje. Hazel Brooks ejerce muy convincentemente su papel de mujer fatal, al estilo del cine negro, aunque su personaje no está demasiado bien aprovechado.

Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, Pacto tenebroso cuenta con un buen trabajo de Douglas Sirk, que consigue una buena fluidez a la hora de contarnos la historia, de manera que la película transcurre sin tropiezos, de un modo ágil. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario