El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 23 de abril de 2010

La guerra de las galaxias. Episodio IV: Una nueva esperanza



Dirección: George Lucas.
Guión: George Lucas.
Música: John Williams.
Fotografía: Gilbert Taylor.
Reparto: Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher, Alec Guinness, Peter Cushing, David Prowse, Peter Mayhew, Anthony Daniels, Kenny Baker.

En 1976, George Lucas sorprenderá a propios y extraños con La guerra de las galaxias, un film de ciencia ficción que es, en realidad, un western y donde el propio Lucas, además de dirigirlo, escribió el guión de una historia épica que dará lugar a toda una saga y una legión de fans de este universo tan personal y tan fantástico que empieza a ver la luz con este film.

En el reparto sólo destacaba el veterano Alec Guinness, pero la película servirá de plataforma de lanzamiento para la carrera de un carismático Harrison Ford.

La clave del éxito radica en una sabia combinación de un guión vibrante, que cuenta una historia sencilla de la lucha del bien y el mal, con el atractivo de un villano realmente logrado (un Darth Vader de voz tenebrosa al que nunca vemos la cara) y unos héroes nobles y valientes siempre en peligro de muerte. Otra de las claves es el original y cautivador universo de razas, vehículos, avances tecnológicos y vestigios de un pasado mítico (los Caballeros Jedi) que le dan a la película, dentro de su irrealidad, un universo palpable y creíble.

Los efectos especiales resultaron sorprendentes, con una maravillosa filmación de luchas espaciales con naves prodigiosamente diseñadas. Y a ello hay que añadir una banda sonora que ya nació con el sello de legendaria. Hasta el arranque, con el texto deslizándose y desapareciendo marcó todo un hito en el cine.

Lucas demostró dominar todos los registros del cine, combinando a la perfección los momentos épicos, el drama, los romances y el humor, todo perfectamente administrado para mantener un ritmo impecable que nos mantiene fascinados de principio a fin.

La película cosechó una buena cantidad de Oscars en los apartados técnicos (dirección artística, vestuario, efectos visuales especiales, montaje, banda sonora, sonido, efectos de sonido especiales) pero, sobre todo, recaudó una asombrosa cantidad de dinero y abrió el camino a cinco films más que ya forman parte de la historia del cine.

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