El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 17 de abril de 2010

Matrimonio original



Dirección: Alfred Hitchcock.
Guión: Norman Krasna (Historia: Norman Krasna).
Música: Roy Webb.
Fotografía: Harry Stradling (B&W).
Reparto: Carole Lombard, Robert Montgomery, Gene Raymond, Jack Carson, Philip Merivale, Lucile Watson, William Tracy, Charles Halton, Esther Dale, Emma Dunn, Betty Compson, Patricia Farr, William Edmunds.

Matrimonio original (Alfred Hitchcock, 1941) es un film único en la filmografía del director, ya que se trata de la única comedia que rodó en toda su carrera.

Un día, el Sr. y la Sra. Smith (Robert Montgomery y Carol Lombard) descubren que, después de tres años y por un error administrativo, no están legalmente casados. Ante la actitud pasiva de su marido, la Sra. Smith toma la decisión de separarse de él.

Según cuenta el propio Hitchcock, la película nace fruto de su amistad con Carole Lombard, que le había pedido rodar una película con él. Sin demasiado interés, el director confiesa que se dedicó sencillamente a filmar las escenas tal como las describía el guión sin más.

El resultado no es un film especialmente brillante. Se trata una comedia sobre los enredos de un matrimonio que parece a punto de romperse, si bien en todo momento sabemos que ambos están hechos el uno para el otro y que terminarán reconciliándose.

El problema principal de Matrimonio original es que el guión no tiene garra ni tampoco plantea una situación demasiado creible. Tanto el comportamiento caprichoso del matrimonio como su absurda ruptura resultan demasiado ridículos incluso para una comedia ligera como esta. Si a ello le añadimos la falta de entusiasmo del director comprendemos que el film no termine de funcionar.

La historia se desarrolla sin mucha chispa, con diálogos anodinos y una falta de fuerza que lastra el film en todo momento, sin que llegue a convencernos ni en su vertiente cómica ni en la romántica, pues en ambas falla la base de la historia, que está cogida con alfileres. La mayoría de las situaciones resultan poco convincentes y tan sólo se logran salvar un par de escenas, como la del atestado club donde el señor Smith intenta hacerle creer a su esposa que lo acompaña una joven y atractiva mujer. Y el intento de enredar un poco la historia con el socio enamorado y comprensivo resulta también demasiado forzada para resultar creíble. Y para no desentonar con el resto, también el final se presenta de una manera un tanto precipitada y carente de originalidad.

Los actores, Carol Lombard, Robert Montgomery y Gene Raymond, mantienen el tono con bastante acierto, intentando sacar lo mejor de unos personajes bastante planos que no dan para mucho más. Sin duda su trabajo es lo mejor de la película. En cuanto a Hitchcock, la verdad es que su labor es el todo irreconocible. No hay nada en la película que lo identifique. No sé si se debe al escaso interés por el proyecto o a que no se encontraba cómodo fuera de sus típicas intrigas.

Así pues, estamos ante una rareza dentro de la filmografía de Hitchcock sin más interés que la mera curiosidad.

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