El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 8 de mayo de 2010

Descubriendo Nunca Jamás





Dirección: Marc Forster.
Guión: David Magee (Obra: Allan Knee).
Música: Jan Kaczmarek.
Fotografía: Roberto Schaefer.
Reparto: Johnny Depp, Kate Winslet, Julie Christie, Radha Mitchell, Dustin Hoffman, Freddie Highmore, Joe Prospero, Nick Roud, Luke Spill, Ian Hart, Kelly Macdonald, Mackenzie Crook, Eileen Essell, Angus Barnett, Oliver Fox, Toby Jones, Kate Maberly, Tim Potter.

James Barrie (Johnny Depp) es un dramaturgo cuya última obra no ha tenido mucho éxito. Un día, en el parque al que acude a pasear con su perro y a escribir apuntes para sus obras, conoce a una viuda y a sus cuatro hijos, entablándose una relación de amistad cada vez más profunda y a través de la cuál va encontrando la inspiración para escribir su próxima obra.
Descubriendo Nunca Jamás (2004) está basada en la vida del creador del clásico "Peter Pan". Al igual que en otras películas biográficas, las licencias que se toman en este caso con la vida de James Barrie son notables para construir una historia cargada de ternura, que lo que busca es conmover al espectador por encima de todo.
Se trata de una realización impecable en cuanto a ambientación y puesta en escena, donde se adivina un cuidado y un esfuerzo por alcanzar la máxima belleza visual. Formalmente estamos, por tanto, ante un film irreprochable. La labor de los actores resulta en todo momento convincente, con un trabajo más que remarcable de todo el reparto. Kate Winslet está perfecta y el encanto y carisma de Johnny Depp es innegable. A su lado, dos veteranos con galones: el maravilloso Dustin Hoffman y Julie Christie. Y no podemos olvidarnos del niño que hace el papel de Peter (Freddie Highmore), particularmente conmovedor en la escena final.
Quizá se puede achacar un cierto formalismo falto de genio. El director consigue una obra bien realizada pero sin una personalidad definida, aplicando los recursos con los que cuenta con eficacia pero de manera algo impersonal.
La película es un canto a los buenos sentimientos, a la necesidad de conservar la ilusión y el mundo de sueños de los niños para que todo pueda ser posible, hasta vencer a la muerte. En este sentido es inevitable rozar con frecuencia lo melodramático, con el riesgo que ello supone de ceder a un sentimentalisto fácil y engañoso para que los espectadores puedan realizar un juicio objetivo de la película. Pero en mi opinión no se cae en esa trampa; quizá en los momentos finales se esté muy cerca de ello, pero Forster lo evita in extremis. Y esta parte de la película consigue ponernos realmente un nudo en la garganta, cerrando la película de manera sobresaliente.
Por todo ello, creo que es un film digno, llevado con acierto en cuanto a ritmo y narración y que en general consigue transmitirnos lo que sin duda era la intención de sus creadores: un mensaje de optimisto y de exaltación del universo de la fantasía. 

Por último, señalar que de las siete nominaciones se alzó sólo con una recompensa: el Oscar a la mejor banda sonora.

2 comentarios:

  1. Hola Manuel. Vi esta película por recomendación de un amigo muy especial que es un " monstruo" del cine. Y no me arrepentí.Es una película llena de sentimientos ocultos pero reales y vivos, de vidas paralelas ficticias que desembocan en el desenmascaramiento del amor más fraternal y tierno posible, hasta conseguir que tengamos lágrimas en los ojos. El mundo de los sueños y de la imaginación que vence a la cruda realidad. Y en cierto modo lo consigue. Sin duda una buena película que vale la pena. Como siempre, coincidiendo con tu brillante comentario. Gracias

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    1. Es una película algo mágica, muy tierna y preciosista. Es imposible no soñar despierto contemplándola. Me alegra que te gustara. Sin duda, una muy buena recomendación.

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