Dirección: Joel Coen.
Guión: Joel Coen y Ethan Coen.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Roger Deakins.
Reparto: Frances McDormand, William H. Macy, Steve Buscemi, Peter Stormare, Harve Presnell, John Carroll Lynch, Kristin Rudrud, Tony Denman, Steve Reevis.
Fargo (1996) es una curiosa mezcla de comedia y cine policíaco con bastantes dosis de humor negro. Dirigida por los hermanos Coen (Joel y Ethan) nos cuenta el drama de un vendedor de coches que, acuciado por las deudas, decide planear el secuestro de su propia esposa para sacarle el dinero a su rico y antipático suegro. Para ello, contacta con dos delincuentes que llevarán a cabo el secuestro sin violencia. Sin embargo, las cosas van a torcerse de manera terrible.
La idea de partida no resulta, pues, muy original, pero sí la manera de ponerla en escena por los Coen. Procurando hacer de este guión una historia lo más real posible, nos dibujan unos personajes lo más cercanos a nosotros. Nada que ver los policias, por ejemplo, con lo que estamos acostumbrados a ver en el cine americano tradicional; nada hay en ellos que los haga atractivos, que sean un modelo a imitar, ni siquiera se nos presentan como un prodigio de inteligencia. La película muestra gente corriente, con sus miserias cotidianas, sus problemas iguales a los de cualquier mortal. Y ese vernos reflejados en parte en esos personajes es lo que da su fuerza a la historia, hace que nos sintamos más involucrados en ella, pues podría pasarle al vecino, al compañero de trabajo, ¡a nosotros mismos!.
Otro punto genial y sorprendente es reproducir el acento regional de manera totalmente intencionada para crear un hilarante y macabro contraste entre una manera de hablar cómica y la crueldad de los acontecimientos.
La fuerza y gran originalidad del guión le hizo merecedor del Oscar.
Para reforzar aún más todo ésto, los Coen recurren a actores poco conocidos, pero que están soberbios en sus papeles,con lo que la sensación de realismo es total. Patético resulta el vendedor de coches (William H. Macy, con una más que notable interpretación), un infeliz aplastado por la figura arrogante y triunfadora del suegro. La policía (Frances McDormand, esposa de Joel Coen) que llevará a cabo la investigación nos deja sorprendidos por su aparente patosidad y vulgaridad, del todo alejadas a lo que estábamos acostumbrados a ver. Su gran interpretación sería recompensada con un Oscar. Los dos matones son , para mí, los personajes más logrados de la película: de una crueldad sin escrúpulos, resultan tan repugnantes como patéticos (Peter Stormare y Steve Buscemi).Por fin una película original, una historia sorprendente, a medio camino entre la comedia disparatada y el thriller más descarnado, que reconforta, divierte y sorprende. De lo mejorcito que han hecho los hermanos Coen.
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