Dirección: Jeff Renfroe.
Guión: Jeff Renfroe, Svet Rouskov, Patrick Tarr, Pascal Trottier.
Música: Jeff Danna.
Fotografía: Pierre Gill.
Reparto: Laurence Fishburne, Kevin Zegers, Charlotte Sullivan, Bill Paxton, John Tench, Atticus Dean Mitchell, Dru Viergeber, Romano Orzari.
La Tierra se encuentra en una era glacial. Los supervivientes se han refugiado en colonias subterráneas donde intentar sobrevivir como pueden. Un día, la Colonia V envía una señal de socorro y deja de responder a la radio. Desde la Colonia VII parten tres hombres a averiguar qué sucede.
Colonia V (2013) es una mezcla de ciencia-ficción, acción y terror sin más pretensiones que helarte la sangre con una sucesión de escenas escalofriantes.
Nada realmente en la historia resulta demasiado original y la trama además queda reducida al mínimo indispensable: la gente agrupada en colonias ante la congelación de la Tierra y una supervivencia precaria por la escasez de alimentos y el peligro de enfermedades que pueden ser devastadoras por falta de medicinas.
En esas circunstancias, la gente mantiene ciertas normas con dificultad, la mayoría tendentes a proteger la vida en las colonias. Pero también hay quien ha sucumbido a la barbarie provocada por el hambre y así una banda de degenerados que han caído en el canibalismo mata a los habitantes de la Colonia V y se dispone a hacer lo mismo con los de la VII.
El argumento ya no da para más. Podría haberse extendido con detalles sobre la supervivencia, pero sinceramente no era el propósito de Jeff Renfroe, que orienta decididamente la película hacia la acción pura y dura y hay que reconocer que, en su simplicidad, el film funciona correctamente.
El guión sitúa los elementos básicos para la acción, con el malo de turno en la propia Colonia VII, encarnado en el cruel Mason (Bill Paxton) y también se esboza un pequeño romance entre Sam (Kevin Zegers) y Kai (Charlotte Sullivan). No hace falta ya más que unos malvados de altura y la verdad es que el grupo de caníbales resulta especialmente aterrador, sobre todo su líder encarnado por un terrorífico Diu Vierberger.
A partir de ahí, acción a todo trapo con algunos momentos realmente espeluznantes, pues el director opta por sacudirnos de los asientos con todo lo que tiene a mano: luchas brutales, explosiones, sangre a borbotones, detalles macabros... Y la verdad que lo mejor que se puede decir es que la película se pasa en un suspiro bajo el ritmo trepidante que el director le da al conjunto, que ya empieza nada menos que con una muerte en la primera secuencia.
Con una eficaz puesta en escena, un buen juego con las luces y sombras y creando un clima angustioso con la llegada de los caníbales, Renfroe va a lo sencillo y el resultado no defraudará a los amantes del género, si bien para aquellos que busquen algo más de contenido les resultará un film esquemático en exceso.
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