El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 27 de abril de 2023

En tierra de hombres



Dirección: Niki Caro.

Guión: Michael Seitzman.

Música: Gustavo Santaolalla.

Fotografía: Chris Menges.

Reparto: Charlize Theron, Frances McDormand, Sean Bean, Woody Harrelson, Richard Jenkins, Jeremy Renner, Sissy Spacek, Michelle Monaghan, Amber Heard, Thomas Curtis.

Escapando de los malos tratos de su marido, Josey (Charlize Theron) regresa a casa de sus padres, al norte de Minnesota, y consigue un empleo en las minas de hierro. Pero descubre que las pocas mujeres que trabajan allí tienen que soportar constantes abusos y vejaciones de sus compañeros.

La película se basa en hechos reales. Este suele ser un dato a menudo muy importante a la hora de analizar una película y calibrarla. Sinceramente, después de ver En tierra de hombres (2015), me importa un comino que esté basada o no en hechos reales. Ello no me afecta a la hora de valorarla como una verdadera maravilla, un film poderoso y rotundo que me ha conmovido profundamente. Ese fundamento en hechos reales solo confirma lo triste que es la realidad muchas veces.

Hay quien critica la película por feminista o por ser un panfleto. Quien la ve desde ese punto de vista creo que no ha comprendido nada de nada. ¿Es feminismo defender el derecho a ir a trabajar sin sufrir vejaciones?, ¿es un panfleto mostrar el sufrimiento de una mujer sola con dos hijos a la que hasta censura su propio padre? Yo solo he visto a un ser humano vapuleado por la vida y me dolían las injusticias que debía soportar, independientemente de que fuera mujer o no, adulto o niño, porque su sufrimiento era tan grande que era imposible no conmoverse.

En tierra de hombres nos muestra lo difícil que puede llegar a ser la vida para muchas personas. Y lo injusta. Cómo una joven hermosa y que empezaba a despertar a la vida, como toda adolescente, despreocupadamente, vio su felicidad truncada por un malnacido que la violó. Ahí se terminó su juventud y su alegría. Y como si ella fuera responsable de toparse con un desgraciado, hasta su padre se puso en su contra, avergonzado, sin pensar en cómo afectaba eso a una joven de tan solo 16 años. 

Después, un matrimonio fallido por un marido que la maltrata. Y vuelta a empezar, porque sus hijos se merecen poder vestir decentemente y comer tres veces al día. Pero de nuevo esa mala suerte o este mundo podrido que golpea con saña a quién menos se lo merece y el trabajo que podía sacar a Josey de su miseria es otra condena: humillada, agredida, insultada. Y de nuevo sola frente a las mentiras y la cobardía de sus compañeros, tachada de puta, de mala madre, humillada en público. 

Está claro que con todos estos elementos parece que asistimos a un folletón de tres al cuarto, lacrimógeno, sensiblero y manipulador. ¡Nada más lejos de la realidad! En tierra de hombres es un film inteligente que construye la historia desde una sinceridad absoluta, mostrando una realidad que sucede más a menudo de lo que quisiéramos admitir. No recurre a tópicos, no carga las tintas sin motivo, no abusa de los clichés. Porque no lo necesita. Tan solo muestra una realidad muy desagradable que no se ciñe solamente a las mujeres, aunque está claro que ellas tienen que pasar por situaciones que los hombres jamás pasarán, pero el problema es más importante, estamos hablando de empatía, de amor al prójimo, de respeto, de solidaridad, de compasión, de valentía, de derechos básicos, de la búsqueda de la felicidad, del amor paternal. Todo está condensado aquí con una sensibilidad exquisita a la hora de narrarlo, haciendo que sintamos el mismo dolor que Josey, su impotencia, su soledad y su rabia.

Decir que Charlize Theron está inmensa es quedarse corto. Quien tuviera aún alguna duda sobre su talento creo que ya puede desterrarla por completo.

Pocas veces una película me ha hecho pensar que no estoy viendo una película. Pocas veces he sentido tanta pena y tanto dolor por las desgracias ajenas. Sinceramente, no se puede analizar En tierra de hombres como una película más, solamente sufrirla y rezar porque no vuelve a pasar nunca nada parecido. Es una utopía, pero ojalá nos sirva para ser mejores personas.

En tierra de hombres construye un relato tan duro, directo y sensible que si no somos unos cínicos o unos majaderos nos pondrá los pelos de punta y nos hará renegar de la maldad a la que puede llegar el ser humano.

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