Dirección: Kyle Newacheck.
Guión: James Vanderbilt.
Música: Rupert Gregson-Williams.
Fotografía: Amir Mokri.
Reparto: Adam Sandler, Jennifer Aniston, Luke Evans, Gemma Arterton, Adeel Akhtar, Luis Gerardo Méndez, David Walliams, John Kani, Shioli Kutsuna, Ólafur Darri Ólafsson, Erik Griffin, Molly McNearney, Dany Boon, Terence Stamp.
Mientras vuelan hacia Europa para disfrutar del pospuesto viaje de luna de miel, Audrey (Jennifer Aniston) y Nick Spitz (Adam Sandler) conocen a Charles Cavendish (Luke Evans), un adinerado aristócrata que los invita al yate de su tío, el famoso multimillonario Malcolm Quince (Terence Stamp).
Criminales en el mar (2019) es una comedia que plantea un misterio del estilo de los que leíamos en las novelas de Agatha Christie y que aprovecha también para adentrarse en los problemas matrimoniales, las diferencias culturales entre Europa y Estados Unidos y da cabida a un variopinto muestrario de personajes estrafalarios que pueblan la cinta.
Siendo sinceros, la comedia no es de las más memorables que podamos disfrutar. En general, los chistes no tienen un gran nivel y las situaciones simpáticas provienen en su mayor parte de bromas algo chabacanas, personajes excéntricos y esa tendencia a los diálogos precipitados que, no sé por qué, muchos consideran divertidos.
Sin embargo, a pesar de estas limitaciones o simplicidad en cuanto al ingenio del guión, también es verdad que la película resulta entretenida por muchas cosas. Por ejemplo, la puesta en escena es brillante, con un lujo en los detalles y decorados que alegra la vista. También el director sabe jugar con la cámara y el ritmo construyendo una historia que fluye con naturalidad y tiene momentos muy logrados, como la persecución final o la secuencia de la biblioteca.
Pero sobre todo resulta muy acertada a nivel del reparto. Nadie brilla especialmente, no estamos ante ningún trabajo que merezca un Oscar, pero Adam Sadler sabe moverse en roles cómicos y lo mismo sucede con Jennifer Aniston. Ambos forman una pareja protagonista que funciona de maravilla y crean a un genuino matrimonio norteamericano, vulgar pero sin resultar grotesco, que contrasta terriblemente con el refinamiento de sus anfitriones. Además, es la relación de ambos, con esa mezcla de disputas conyugales motivadas por un matrimonio de muchos años y complicidad y cariño por la misma razón, lo que da realce a la historia y aporta los mejores momentos después de todo. Pero también contamos con la hermosísima Gemma Arterton o el elegante Luke Evans acompañando con eficacia al duo estrella. El resto de secundarios, con aportaciones puntuales, no desentona en absoluto y confirman que el reparto es uno de los puntos más sólidos de la película.
El tema de los asesinatos aporta además una dosis de misterio que garantiza el interés del espectador a lo largo de toda la historia. Es verdad que al final descubrir al asesino importa menos que si el tratamiento fuera serio, pero no deja de interesarnos y además la vertiente cómica hace que disfrutemos del desenlace sin obsesionarnos con lo verosímil del mismo, pues lo importante es la diversión.
Es verdad que la película no se puede comparar ni de lejos con Un cadáver a los postres (Robert Moore, 1976), referencia obligada en este tipo de historias, pero dentro de sus limitaciones, Criminales en el mar consigue hacernos pasar un buen rato sin más y creo que eso era finalmente lo único que pretendía. ¿Que deberíamos pedir algo más a un film de este estilo?, por supuesto, pero los he visto peores.
En 2023 se estrenará una secuela, Misterio a la vista en la que repiten Adam Sandler y Jennifer Aniston.
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