El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

lunes, 17 de abril de 2023

Mentes peligrosas



Dirección: John N. Smith.

Guión: Ronald Bass (Autobiografía: LouAnne Johnson).

Música: Wendy & Lisa.

Fotografía: Pierre Letarte.

Reparto: Michelle Pfeiffer, George Dzundza, Courtney B. Vance, Robin Bartlett, Bruklin Harris, Renoly Santiago, Wade Dominguez, Beatrice Winde, Lorraine Toussaint. 

LouAnne (Michelle Pfeiffer), una marine retirada, se presenta candidata a un puesto de profesora en la escuela de secundaria Parkmont y es contratada de inmediato. Lo que no sabe es que le han asignado la clase de los alumnos más conflictivos.

En la historia del cine ha habido películas que se ocupaban del tema de alumnos conflictivos. Quizá la referencia por antonomasia sea la película interpretada por Sidney Poitier Rebelión en las aulas (James Clavell, 1967). Sin embargo, es evidente que el paso del tiempo afecta bastante a este tipo de historias y la rebeldía de los alumnos de los años sesenta del siglo XX poco tiene que ver con la actual.

De ahí que Mentes peligrosas (1995) tenga una razón de ser, pues da un punto de vista más actual al tema.

Es interesante que la película se haga realmente corta, lo que por un lado habla muy bien del guión, que resulta bastante preciso y no se desvía por caminos secundarios, sino que va directo al grano y se ocupa exclusivamente de los problemáticos alumnos y la difícil tarea de ganarse su atención y su respeto por parte de una profesora novata. Pero también esa brevedad hace que algunos puntos queden sin desarrollarse convenientemente. Creo que si el guión se hubiera centrado algo más en algunos alumnos, por ejemplo, le habría sentado bastante bien a la historia.

Pero ello no quita para que en conjunto la película aborde de manera muy eficaz la problemática de este tipo de alumnos de familias de inmigrantes o con serios problemas económicos y familiares. Además, el tratamiento es elegante, no se escarba en aspectos demasiado morbosos, pero ello no quiere decir que la visión que da de los problemas de esos alumnos no sea precisa y además consigue momentos muy interesantes, algunos realmente emotivos, con una precisión encomiable, utilizando más la insinuación y la elipsis que un enfoque explícito, lo que finalmente resulta muy eficaz.

Además, el guión consigue que veamos a los alumnos desde un punto de vista muy humano y comprendamos de manera meridiana que tras la fachada de desinterés, burlas y agresividad hay en realidad personas muy necesitadas de comprensión, de respeto y de cariño. Me parece que en este punto el guión consigue realmente llegar a la esencia de los problemas.

Tal vez el final sea el momento menos logrado. No termina de parecerme del todo convincete la decisión la profesora de dejar su trabajo y la escena en que los alumnos la convencen para que se quede, además de demasiado previsible, carece realmente de emoción, con lo que la película termina de manera un tanto fría y rutinaria, cuando lo deseable hubiera sido un desenlace con mayor fuerza.

No se si Michelle Pfeiffer era la elección más idónea para el papel, pero en todo caso realiza un trabajo interesante; sin llegar a deslumbrar creo que termina consiguiendo dar bastante verosimilitud a su interpretación. Los alumnos, en general están bastante bien, aún reconociendo algunas actuaciones algo exageradas, pero en conjunto el grupo resulta también bastante convincente.

Sin llegar a ser una gran película, Mentes peligrosas destila honestidad y seriedad en el tratamiento de un tema que se presta a bastantes excesos, cosa que se evita con un relato preciso pero que aborda los problemas tratados con muy buen gusto y la profundidad necesaria.

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