Dirección: Ben Affleck.
Guión: Peter Craig, Ben Affleck y Aaron Stockard (Novela: Chuck Hogan).
Música: David Buckley y Harry Gregson-Williams.
Fotografía: Robert Elswit.
Reparto: Ben Affleck, Rebecca Hall, Jon Hamm, Jeremy Renner, Blake Lively, Slaine, Owen Burke, Titus Welliver, Pete Postlethwaite, Chris Cooper, Victor Garber.
Cuatro ladrones liderados por Doug (Ben Affleck) roban un banco en Cambridge, Boston, y en la huída se llevan a la directora, Claire (Rebecca Hall), como rehén. Más tarde, con el objetivo de averiguar qué puede saber Claire sobre ellos, Doug entabla amistad con ella.
The Town (Ciudad de ladrones) (2010) es una nueva incursión de Ben Affleck tras la cámara, además de participar en el guión y reservarse el papel principal. Toda una apuesta que, desgraciadamente, carece de originalidad.
No podemos negar que la película resulta entretenida y es fácil meterse en ella pues la historia tiene todos los elementos necesarios para lograrlo: espectaculares robos; persecuciones en coche, que son la parte sin duda más brillante del trabajo de Affleck como director; tiroteos que te pegan al asiento y una tierna historia de amor entre el ladrón y una de sus víctimas.
Pero también es verdad que si se analiza el guión chirría por los cuatro costados y hemos de hacer un esfuerzo por creernos las situaciones tan forzadas que plantea. Por ejemplo, Doug desea retirarse y solo accede a dar el último golpe ante las amenazas del jefe, Fergie (Pete Postlethwaite), pero viendo lo sencillo que le resulta a Doug acabar con él una vez ejecutado el robo, cabe preguntarse cómo no tomó esa decisión antes.
Tampoco tiene mucho sentido el romance de Doug con Claire, como bien se lo señala su amigo Jem (Jeremy Renner), pues el riesgo a que ella lo hubiera reconocido por la voz era muy evidente, aunque el guión intente convencernos de lo contrario.
Sin embargo, el defecto principal de la película es su ausencia total de originalidad: las situaciones son previsibles, los personajes carecen de profundidad, las relaciones son superficiales y plagadas de tópicos. Con todo ello, se adivina siempre lo que va a suceder, de manera que no hay realmente intriga o dudas sobre lo que va a pasar. Sabemos, siguiendo las normas morales que rigen estos films, que Doug se salvará pues no ha matado a nadie y además es compasivo y desea cambiar de vida redimido por el amor que siente por Claire. De Jem, sin embargo, dibujado como un descerebrado violento, es fácil anticipar su destino.
Incluso hay un detalle que me demuestra el mal planteamiento de la trama: el agente del FBI que lleva la investigación (Jon Hamm) es presentado de tal forma que no nos caiga simpático, al contrario que Doug. Es la manera que tienen los guionistas de ponernos de parte del "malo", para que deseemos que logre librarse de la cárcel, o algo peor, y pueda rehacer su vida al lado de Claire. Pero el detalle de que su amor nace de una mentira y engaña a Claire desde el principio estropea esas buenas intenciones y, sinceramente, deseaba que pillaran Doug, por mentiroso y por cobarde.
En cuanto al reparto, la verdad es que Ben Affleck nunca me ha parecido un gran actor pero en esta ocasión está aún peor que de costumbre. Solamente Rebecca Hall y Jeremy Renner, que sí que borda su papel hasta convertirlo en un personaje realmente antipático, me parecieron lo suficientemente atinados como para resultar creíbles al cien por cien.
En resumen, una película entretenida por la temática y su enfoque hacia la acción, pero que no ofrece nada realmente original ni interesante en el plano argumental.
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