El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 30 de abril de 2023

Malavita



Dirección: Luc Besson.

Guión: Luc Besson y Michael Caleo.

Música: Evgueni Galperine.

Fotografía: Thierry Arbogast.

Reparto: Robert De Niro, Michelle Pfeiffer, Tommy Lee Jones, Dianna Agron, John D'Leo, Jimmy Palumbo, Domenick Lombardozzi, Stan Carp, Vicent Pastore.

Giovanni Manzoni (Robert De Niro) es un mafioso que ha ingresado en el programa de protección de testigos del FBI tras delatar a un rival. El problema es que tanto él como su familia son incapaces de pasar desapercibidos y cada poco tiempo han de cambiar de domicilio.

Últimamente no dejan de sorprenderme los críticos especializados en cine. Normalmente, mis criterios solían coincidir con los suyos a la hora de ponderar los méritos de una película e incluso eran una estimable fuente de conocimientos que abrían los horizontes de muchas obras importantes. Pero cada vez se me hace más difícil entenderlos: ensalzan películas que no logro ni terminar de ver y vapulean otras que me resultan realmente interesantes. Me ha pasado con Malavita (2013), valorada muy pobremente en líneas generales por los profesionales de la crítica y que a mí en cambio me parece una obra divertida y muy original. No estoy hablando de una obra de arte, pero sí de una comedia que me ha divertido mucho y que se me ha hecho sumamente entretenida.

La historia se centra en la familia de Giovanni, un mafioso que ahora se hace llamar Fred y se muda a Normandía con su esposa Maggie (Michelle Pfeiffer) y sus dos hijos: Belle (Dianna Agron) y Warren (John D'Leo). Es uno más de los frecuentes traslados que están obligados a hacer porque, a pesar de haber dejado atrás su vida delictiva, ninguno de los cuatro es capaz de solucionar sus problemas cotidianos de manera civilizada, con lo que suelen llamar la atención de sus vecinos y se ven obligados a mudarse de nuevo.

No es que estemos ante una comedia de las que te mantienen riendo a carcajadas, pero la utilización de la violencia con la que resuelven sus problemas los miembros de la familia depara algunos momentos muy logrados, como cuando Maggie escucha cómo es criticada en el supermercado por ser americana y su respuesta es hacer estallar una bombona de gas arrasando el local o cómo Belle se quita de encima a un acosador a raquetazo limpio. De acuerdo, Luc Besson no descubre la pólvora con estas salidas, pero sí que demuestra cómo aprovecharse con eficacia de los elementos con los que cuenta.

Quizá la parte menos interesante sea la del agente del FBI Stansfield (Tommy Lee Jones) controlando a Fred, pues viene a representar el típico tipo serio que arruina la juerga y la verdad es que una vez metidos en el meollo de la historia nos ponemos abiertamente de parte de la familia mafiosa. No digo que estén bien sus métodos, pero como estamos en una comedia uno se permite soñar con una justicia que ponga en su sitio a fontaneros caraduras, políticos mentirosos, industriales que te miran por encima del hombro o vecinos desagradables.

Además, Luc Besson añade un elemento más para darle un toque de incertidumbre y tensión a la historia como son los matones que buscan a la familia para vengar su delación y que crea el punto de tensión necesario para mantenernos expectantes por el posible desenlace y además aporta un tiroteo final de lo más espectacular.

Si encima contamos con un buen reparto, con la atractiva Michelle Pfeiffer, Tommy Lee Jones y Robert De Niro, mucho mejor que en otros de sus trabajos menores, y el simpático guiño a Uno de los nuestros (Martin Scorsese, 1990) de propina, pues he de admitir que Malavita me pareció una película más que entretenida y un pasatiempo sin complicaciones que merece la pena.

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