El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 14 de abril de 2023

Mujeres a la carrera



Dirección: Martin Horsky.

Guión: Martin Horsky.

Música: sin datos.

Fotografía: sin datos.

Reparto: Zlata Adamovská, Tereza Kostková, Veronika Khek Kubarová, Jenovéfa Boková, Ondrej Vetchy, Vladimír Polívka, Martin Hoffman, Boleslav Polívka, Michaela Sodomková.

Justo antes de morir, Jindrich (Boleslav Polívka), el marido de Vera (Zlata Adamovská), le comenta que desea correr una maratón, por eso su esposa decide que cumplirá su último deseo.

Mujeres a la carrera (2019) es una comedia checa con un planteamiento original pero que termina llegando a un final demasiado clásico.

El matrimonio de Jindrich y Vera se caracterizó por el afán del marido de asumir cualquier clase de desafíos, como tirarse en paracaídas, y Vera era su fiel compañera de aventuras. Por eso, cuando Jindrich muere de repente sin poder cumplir su deseo de correr una maratón, Vera decide que tiene que intentar cumplir ese sueño por él y para ello quiere convencer a sus tres hijas, Marcela (Tereza Kostková), Bára (Veronika Khek Kubarová) y Kacka (Jenovéfa Boková), para que le ayuden participando también en la carrera.

Cada una de las hijas atraviesa por un momento delicado en su vida: Marcela lleva el peso de su casa y aunque desea que su compañero Karel (Ondrej Vetchy) la ayude más, éste parece vivir mejor sin hacerlo. Además le gustaría casarse con él, pero parece que eso no entra en los planes de Karel.

Bára descubre a su novio en la cama con otra, con lo que regresa a casa de su madre y Kacka está saliendo con su jefe, un hombre casado que solo la quiere por el sexo.

Todas estas situaciones se irán arreglando justamente cuando las hermanas decidan finalmente participar con su madre en la carrera.

La verdad es que Mujeres a la carrera tiene algunos detalles realmente interesantes y que funcionan muy bien, especialmente en el arranque de la historia, donde la presentación de las protagonistas resulta muy acertada con algunos detalles realmente graciosos. 

El problema es que, conforme avanza la película, se va volviendo mucho más previsible y algunos detalles no me convencieron del todo, como Rozárka (Michaela Sodomková), la niña con la que entabla amistad Bára, que termina por hacerse demasiado resabida, con lo que la gracia inicial termina desapareciendo. Además, se fuerzan un poco las situaciones para arreglar sentimentalmente las vidas de Bára y Kacka, con lo que la historia pierde frescura y se convierte en una especie de cuento rosa algo sobrecargado, sin demasiada originalidad.

Creo que no hacía falta solucionar todos los conflictos tan perfectamente, pero imagino que la idea era brindar un final perfecto que dejara a los espectadores con un buen sabor de boca. Es cierto que es un poco lo se espera de una comedia romántica, pero al menos hubiera sido de agradecer algo más de inventiva en el desarrollo de los romances de las hermanas, porque incluso el inevitable conflicto de pareja, que parece poner en peligro el final perfecto, se da en el caso de Bára y Kacka al mismo tiempo, en un desarrollo paralelo demasiado obvio y rutinario.

Tampoco los actores me parece que tengan un nivel especialmente alto, en particular Zlata Adamovská me resultó especialmente floja comparada con el resto.

En fin, una comedia que prometía algo más de lo que finalmente consigue pero que, a pesar de sus defectos, se ve con agrado y logra algunos buenos momentos que si no compensan del todo el conjunto, al menos te aportan cierta satisfacción.

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